Alexandra despertó sintiendo caricias sobre su espalda, creyó estar soñando con Laura, las veces que solía tener sueños eróticos y que a veces recordaba era con ella, pero que habían disminuido hacía mucho tiempo y luego solo solían ser visiones borrosas de su sueño, nada que pudiera recordar para que despertara con las bragas húmedas, su libido había disminuido. Comenzó a despertar y se pregunto ¿Quién la despertaba? Aún tenía sueño, quería seguir durmiendo, estaba cansada aún del día anterior.
-Alex despierta – escuchó la voz de su madre está vez más clara - ¿te encuentras bien? – su tono era de preocupación.
-Estoy bien – dijo despertando mirando a su madre con ojos entre abiertos.
-Pensé que estabas enferma, que te sentías mal.
-Estoy bien, solo que no se me dan bien el desvelo ¿qué hora es?
-Va a ser casi la una de la tarde.
-¡Oh! Vaya.
-Como te habías estado levantando temprano y hoy solo no sabíamos nada de ti – Alexandra sintió algo en su corazón que hizo que estuviera a punto de bajar su guardia ante sus padres, no se sentía aún en total confianza con ellos todavía y tampoco sabía cuánto podría durar aquella tregua.
-En un momento bajo – dijo frotándose las manos en el rostro para despertar.
Cuándo tomo sus pastillas bajo y se encontró con Diana su cuñada, sus dos hijos, su padre y su madre, ellos tenían una amena plática cuando llegó en silencio, saludo y Diana le invito a dar un paseo el cuál Alexandra acepto pero diciendo que debía esperar a que comiera algo para poder salir a dar ese paseó.
El domingo murió rápido para Alexandra, cuándo volvió a casa ya era de noche, había comido demasiadas cosas dulces junto a sus sobrinos y Diana, esa noche no comió nada solo se sentó en la mesa para acompañar a sus padres, después de eso se fue a la habitación, se dio una ducha y tomo su celular para enviarle un mensaje a Cintia que seguramente estaría cantando, pero aún así le envío un audio contando sobre su día.
El lunes se despertó temprano, desayuno de nuevo con sus padres, les informo que se iría el día siguiente por la mañana, luego dijo que saldría a dar una vuelta y que volvía más tarde. Alexandra tomó un taxi para ir a dar su paseo pero más que nada iba a comprar algunas cosas para sus amigos, sobre todo para Cintia a quién se había apegado mas a ella sin siquiera darse cuenta, sentía algo más que cariño para su amiga y la extrañaba, ella era todo lo que podía tener en la vida parecida a una pareja, eran compañeras y era más de lo que podía pedir, no había nada que las obligará a algo, pero sin embargo habían estado allí para apoyarse la una a la otra.
-Pensé que te quedarías más tiempo – le dijo Cecilia a Alexandra cuándo estaban cenando.
-No, solo que extraño mi casa y a Michi.
-¿Michi? ¿Quién es Michi?
-Mi gato, tengo un gato.
-¿Puedes tener mascotas en tu apartamento?
-No, ya no vivo allí.
-¿Entonces dónde vives ahora? – le pregunto su padre con cierto enojó asomando en su rostro.
-Compre una casa.
-¡Qué bien! – dijo su madre con alegría.
-Si, el apartamento lo rentó y yo tengo mi casa. Tiene dos cuartos, una cocina, comedor, sala, un pequeño porche y patio, uno delante y uno detrás.
-¿Te gusta? – le pregunto su padre.
-Si, me gusta. Estaba harta de ver paredes por todos lados todos los días por todos éstos años.
Alexandra se despertó temprano realizando su rutina de siempre de tomar pastillas para luego desayunar en compañía de sus padres, se despidió de Fabricio antes de que se marchara a trabajar, se dieron un breve abrazó y él se fue, mientras que Cecilia se encargaría de llevarla de nuevo al aeropuerto, pero antes de eso, Karen y Diana llegaron para despedirse de ella diciéndole que volviera pronto y Alexandra les dijo que ellas también podían ir a visitarla, luego de abrazos fuertes Alexandra partió al aeropuerto en compañía de su madre que rompió a llorar cuándo entraron a la sala.
-Alexandra – le dijo su madre con un sollozó y Alexandra se giró para verla – perdóname.
-Mamá – balbuceo Alexandra.copy right hot novel pub