Alexandra no respondió, solo lloro y lloro abrazada a Cintia hacía mucho que necesitaba llorar, sacar su frustración, su dolor, su angustia y sus miedos y Cintia fue ese cálido pañuelo en dónde poder desahogarse, Cintia la dejo estar sin que le importara si se hacía tarde para irse al trabajo, Alexandra valía algo más que perder un día laboral y su jefe era su padre, cuando se calmo dejo que Cintia le dejara besos por la frente y nariz, los ojos de Alexandra se veían rojos pero más claros que de costumbre y Cintia los amó, Alex le sostuvo la mirada y Cintia buscó sus labios, Alexandra subió un poco de dónde se refugiaba y fue al encuentro de los labios de la mujer que tenía junto a ella, la sensación fue diferente, era como si volviera a dar su primer besó sin saber si fuera a gustar o no, pero estaba dando un beso de nuevo a la persona que nunca creyó besaría en su vida, pero que sin duda había hecho que su vida de nuevo tuviera sentido.
El beso fue suave y lento, solo sus labios se estaban tocando, las dos sabían que debían de ir con cuidado, Alexandra no se hubiera atrevido a besarla si hubiera tenido alguna afta en la boca o algo parecido, se apartaron un momento para verse de nuevo los ojos y después volver a besarse.
-¿No irás a trabajar? - le pregunto Alexandra a Cintia cuando dejaron de besarse.
-Creí que no, pensé que por fin me tratarían como la Reyna que soy. Pero veo que todo ha sido puras imaginaciones mías.
-Lastima, que decepción para ti " mi Reyna de mil coronas"
-Creo que lloraré - dijo haciendo pucheros.
-Esta bien si no quieres ir a trabajar, ganó el dinero suficiente para las dos y esta casa.
-Sabes que no soy una mantenida, ni cuando me casé con ese maldito deje de trabajar, se suponía que yo debía ser tratada como una esposa y me trató solo como su proveedora de comida y gastos.
-Conmigo no será así, sabes que no te veo como mi proveedora. Cintia no quiero hacerte daño, no quiero ser una carga para ti. Te quiero y yo siempre querré lo mejor para ti.
-Alexandra, ya no soy una niña y agradezco que me hables claro. Sé tu estado, sé que no permitirás que me contagie y sobre todo sé que me extrañaste tanto como yo a ti. Tu puedes tener un romance Alexandra.
Se levantaron para que Cintia se pudiera vestir para ir al trabajo, Alexandra le preparo café y algo más para que comiera, después se despidieron con un beso.
A partir de esa mañana su relación paso a ser un poco diferente, seguían sentándose juntas en el sofá a ver televisión pero ahora se permitían darse besos en los labios, en las mejillas, en la frente o en el dorso de sus manos, ninguna de las dos había intentado llegar más lejos de un beso, por el momento se sentían bien con eso, ninguna de las dos quería presionar para el sexo, Cintia sabía que el coito con Alexandra sería siempre con protección, sería de un modo diferente pero habría contacto físico.
-Me voy a duchar - anuncio Alexandra cuándo se ponía de pie y se alejaba de Cintia y está le tomaba la mano para que aún no se fuera, se había sentido tan vacía cuándo Alex dejo su regazo, la estaba queriendo cada día más - ¿quieres acompañarme?
-¿Estás segura? - ambas se miraron en silencio un momento, Alexandra extendió su otra mano hacia Cintia que la tomo luego de apagar la televisión.
-Tan segura de que solo quiero compartir un baño contigo, para hacer algo más debemos usar protección y no la tenemos.
-Esta bien yo...copy right hot novel pub