Días después Alán, Enrique, Marcos y Sebastián al enterarse de su relación se quedaron mudos, pero sin duda se alegraban por ellas, era un cambio muy raro de Cintia, pero más que raro era inesperado, pero parecía real, ambas parecían muy felices y Alexandra parecía más feliz, incluso sus mejillas parecían estar sonrosadas. Durante esos días Alexandra decidió que debía de hacer un documento legal en el que ponía a Cintia como responsable de ella y poseedora de todo lo que poseía.
-Yo no quiero tu dinero - le dijo Cintia a Alexandra cuándo la llevo con su abogado para que firmara el documento - yo te quiero a ti, te amo tal como eres, con todo y tus cicatrices.
-Y yo también te amo Cintia, te amo con todo mi corazón - eso era verdad era la primera vez en su vida que se lo decía a alguien sin sentir nervios y cosquillas en el estómago - pero sabes que yo estoy sola aquí, sin ningún familiar y pues ahora tú eres parte de mi vida. Si me pasa algo tú tienes el poder de decidir y de manejar mi dinero, tienes poder total de mi y de todo lo que poseo.
-Es demasiada responsabilidad para mí ¿sabes?
-Lo sé y lo siento - dijo besando sus manos y luego sus mejillas - pero como aún no finaliza tu divorcio para poder casarme contigo, pues he decidido hacer esto.
-De acuerdo ¿en verdad te quieres casar conmigo?
-Mejor firma - dijo pero era verdad, había pensado ya mucha veces en casarse con Cintia, hacer una boda cómo sabía le gustaría a Cintia y tener hijos, era la primera vez que lo deseaba.
Mientras que Karen se había acordado semanas más tarde de las fotos de las medicinas que descubrió en el pequeño bolso de su hermana mayor, Karen busco las fotos que tenía en su celular y comenzó a buscar el nombre de las medicinas en Google y para que servían, después de unos minutos de búsqueda se sintió engarrotada, no podía creer lo que miraban y leían sus ojos, aquellos medicamentos eran para el tratamiento contra el SIDA, aquello tenía que decírselo a su madre. Así que salió de su oficina para ir en busca de su madre, cuando llegó Cecilia terminaba de hablar con Alexandra y parecía felíz de que su relación entre ellas pareciera ir mejorando después de lo sucedido y de tantos años de alejamiento por parte de ellos, Karen se sintió culpable de haber perdido la confianza de su hermana mayor, si Alexandra no compartía con ellos sus vivencias o lo que le sucedía era por culpa de ellos, ella solo le dijo que la invitaría a la boda y no lo hizo y ellos tampoco dijeron nada, pero desde ese entonces parecían estar intranquilos, hasta que por fin se atrevieron a pedirle que viniera de visita y ella acepto. Ahora Karen entendía porqué su rechazó al alcohol , su delgadez y sus ganas de dormir lo más que se pudiera.
-Hola mi amor - la saludo Cecilia cuando llegó junto a ella, su madre la beso y le acarició el vientre - ¿qué te pasa? - le pregunto al ver su rostro de preocupación y de que parecía haber llorado - ¿tienes problemas con tu marido?
-No, mamá. Él es un sol, me saca de quicio a veces pero, no es por él que estoy así.
-¿Entonces?
-Alexandra te dijo si estaba enferma.
-No, solo dijo que estaba tomando medicinas para una infección y que por eso no bebía alcohol ¿Por qué lo preguntas?
-Ella si está tomando medicinas pero no es por una infección - Cecilia la miró consternada - las medicinas que Alexandra está tomando son retrovirales para el SIDA.
-¡Qué! - Cecilia se dejó caer en el sillón aturdida por la noticia - ¿Cómo lo sabes? ¿ella te lo dijo?
-No mamá, ella no me lo dijo. Si no te lo dijo a ti que eres su madre mucho menos a mí. Alexandra nos ve ahora como completos desconocidos, no nos tiene confianza.
-Fue nuestra culpa - dijo Cecilia dejando escapar lágrimas - debimos apoyarla cuándo nos tuvo la confianza de decirnos su orientación sexual.
-Pero eso ya pasó, ahora nos toca apoyarla ahora.
-Si ¿cómo supiste eso? - le pregunto mirando a Karen a los ojos.
-La noche de la cena en que me ofrecí ir a buscarla y la encontré dormida. Yo me puse a ver sus cosas.copy right hot novel pub