Cintia durante el tiempo que le dejaban ver a Alexandra le hablaba y le pedía que despertará, que sería su esposa y tendrían hijos. Por otro lado Cecilia hacía lo mismo pero Alexandra parecía seguir sin sentir nada, Cecilia había hablado con sus otros dos hijos sobre lo que había pasado con su hermana y del porqué aún no era posible que ella volviera, Fabricio se había ido hacía dos días y prometió volver en cuanto arreglará ciertos problemas en el trabajo.
Laura cumplió su promesa de ir al hospital y tras conocer a Cecilia entro a ver a Alexandra que tras evitar infecciones por días, le caía una agravando su estado, pero aún así dejaron entrar a Laura pues no sabían si aquello fuera el final de sus días.
-Hola Alexandra - la saludo Laura - sé que me estás escuchando, perdóname por no haberte dejado hablar y dejarte terminar en otros términos lo nuestro, pero estaba tan enojada en ese entonces que no quería verte ni oírte más. Pero hoy no vengó a reclamarte solo a decirte que no te odio por lo que pasó, lo nuestro fue bonito mientras duró y lo recordaré siempre. Ahora tu debes despertar para estar a lado de la mujer que te ama y te está esperando, esa mujer está tan ansiosa por qué abras los ojos de nuevo y tus padres también están aquí esperando por ti.
Tres semanas después.
-¿Usted le habla a su hija? - le pregunto él padre de Cintia a Fabricio cuando llegó un domingo por la tarde a llevarle algo de comida a su hija y se llevo con él a el hombre de negocios que parecía abatido.
-No, no desde hace mucho tiempo y ahora tampoco puedo hacerlo.
-Ella le escucha, ella necesita saber que usted está con ella y que no la rechaza sobre todas las cosas. No soy quién para juzgarlo pero durante todos estos años Alexandra convivio con nosotros y sé que siempre hubo tristeza a su alrededor a pesar de que estuviera viviendo con alguien, Cintia nos contaba un poco de lo que le pasaba y aunque pensé muchas veces que mi hija se enamoraría de la tuya nunca pasó. Cintia se casó con un tipo el cuál le dije que no era bueno para ella y sin embargo va y se casa con él, le da una mala vida hasta que un buen día la golpea y es allí donde ella se da cuenta de que yo le decía la verdad, de que yo nunca querría nada malo para ella. Supo que se equivocó y no corrió a mi sino a Alexandra quién la acogió en su casa desde hace ya varios meses y de repente una mañana me dice: " papá estoy enamorada de Alexandra y somos novias ahora" Me dio cierto miedo como a usted, pero Cintia nunca dejaría de ser mi hija y dejar de amarla sería imposible. Ella es una buena hija, me importa de quién se enamoré pero tampoco puedo evitar que sufra, ya vivió una experiencia y sé que Alexandra es diferente pero también sé de su estado de salud y supongo que usted ahora lo sabe. Yo no me opongo, si Cintia la quiere es libre de elegir a quien ama.copy right hot novel pub