“El propósito de los medios masivos... no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante”
Noam Chomsky
Llega al edificio, estaciona el auto. Se encuentra en la entrada, con Luis:
–¿No ibas a llegar tarde?
–Sí, pero logré resolver antes, bien sabes que no me gusta incumplir con mi horario. Ayer fue una excepción.
Él le cede el paso, suben al ascensor.
–¿Cómo sigue Virginia?
–Mucho mejor. Esta madrugada no tuvo fiebre. Pero el doctor le dio 7 días de reposo.
–¿Lo tienes a la mano? Es para pasarlo a administración.
–Lo tengo en el archivo del teléfono. Ahora, con que todo es virtual y digital–afirma mientras se encoje de hombros.
–Pasámelo por Whatsapp y yo lo imprimo en mi oficina. ¿Tienes tu artículo para la columna del domingo?
–Sí, listo.
–Cuando puedas pasa por mi oficina, ayer tuve una reunión con los ministros de información y quiero bajar la información a cada uno para que no haya distorsión del mensaje.
–Perfecto, no hay problema. Salen del elevador, Karem entra a su oficina. Luis sigue por el pasillo.
A los pocos minutos ve a Carmen, dirigirse a la oficina del director.
–Eso va viento en popa–murmura.
Sale a buscar un café. Se encuentra con María, la chica de la limpieza, preparando el café.
–¿Cómo sigue la señorita Virginia?
–Mejorando, gracias a Dios. Tenía días sin verte. ¿Estabas de vacaciones?
–No señorita, tenía a mi abuela enferma de Covid, y hace tres días que falleció–responde y su voz se quiebra en llanto.
Karem se acerca, le coloca la mano sobre el hombro. La joven la mira, ella se aproxima y la abraza para darle un poco de consuelo.
–¡Lamento tu perdida!
–Gracias señorita. Cuide mucho a Virginia. Son alarmantes las noticias con esa cantidad de personas muriendo.
Toma la taza de café y se va hasta su oficina.
Enciende el computador, abre su firebook, le envía un mensaje a Diego:
–Amor, ayer también tuve que acompañar a mi amiga. Ella está con el virus. Fue una noche fuerte, más despierta que dormida. Espero estés bien. Te escribo en mi hora de almuerzo. Tengo reunión con el jefe ahora.
Saca de la gaveta, una agenda y un bolígrafo. Camina hacia la oficina de Luis. Toca la puerta:
–¡Entra Karem!
Ella pasa, se sienta. Luis comienza la charla:
–La orden ministerial hizo énfasis ayer, en que las noticias sobre las personas afectadas por el virus, no deben ser alarmantes. El presidente dio la orden de que las cifras sean minimizadas. Este año es electoral, y no es conveniente que se haga ver su gestión como inoperante. Tú eres de mi absoluta confianza. Por lo que toda información que llegué debe ser filtrada al máximo.
Karem lo observa, algo indignada.
–¿Quieres decir que debo ocultar las cifras reales de mortalidad?
–Quiero decir, que debes maquillar los números Karem. Bien sabes, que este periódico es del gobierno y estamos sujetos a sus órdenes.
–¿Algo más? Sino para retirarme antes de que vomite en tu escritorio con tanta inmundicia.
–Nada más.copy right hot novel pub