—Hey, Sky —el chico chasquea los dedos frente a mí, haciéndome cambiar la vista de la taza caliente entre mis manos a el— ¿Me estás escuchando?
—No —confieso. Zain me mira serio e indignado— Lo siento, ¿ya? No... No me siento bien. ¿Qué decías? —suspira cansado.
—Te estaba contando mi tragedia amorosa —se echa rendido en la isla de la cocina.
Últimamente he hablado bastante con Zain, y ya es cuarta vez que viene a mi casa únicamente para hacerme compañía, aunque creo que más que nada quien quiere sentirse acompañado es el.
—Perdón, ahora te escucho —suelto un suspiro e intento concentrarme en lo que me dice.
—Te contaba que volví a juntarme con Summer —alzo las cejas sorprendida— La quiero mucho, Sky. Me duele tenerla lejos de mí.
—Pero fue tu elección —ladeo los labios.
—Lo sé —suspira— Pero creo que es lo mejor. Teníamos muchas discusiones, y lo que menos necesito en estos momentos es estrés.
—Y ahora estás relajado, pero triste —le apunto y vuelve a asentir— Tranquilo, Zain. Ya se te pasará. Recuerda que aún pueden ser amigos. Pero si quieres mantener tu plan debido a tu enfermedad, pueden quedarse como amigos más lejanos. Ustedes, a pesar de todo, se quisieron mucho y se necesitan de una u otra forma en su vida—me mira triste— Sí, será difícil.
—Será muy complicado… —junta sus manos.
—Pero se te va a pasar.
—Ya ni siquiera sé qué es lo que siento —bufa refregando su rostro con ambas manos.
—¿De qué hablas? —pregunto a la vez que me levanto de mi lugar para tomar un bowl y llenarlo con frituras de zapallo para acompañar nuestra conversación. Este espera a que vuelva sentarme para responder.
—Que ya no sé siquiera si realmente me gusta —alzo una ceja en su dirección— Quizá solo es costumbre de mis sentimientos, o…
—¿Arrepentimiento? —intento seguir con la conversación, pero la verdad es que tengo la cabeza dando vueltas en todas partes menos aquí, y no entiendo bien lo que dice.
—No, simplemente confusión sobre lo que siento.
—Ah... —asiento.
—Ay Sky —suspira mirándome con una sonrisa de boca cerrada— Ya dime qué te pasa por favor.
—Es... —el nudo vuelve a crecer— Ya van dos días que no sé nada de Caden —frunce el ceño.
—¿Se pelearon? —niego triste.
—Desapareció —la voz me sale despacio— Nadie, ni su familia, ni sus amigos, saben de él. Simplemente... desapareció —me encojo de hombros con algo de desesperación.
—No... No tenía idea de eso —ladea los labios preocupado— Lo siento.copy right hot novel pub