—¿O sea cómo? —Pregunta Blair atónita— Es imposible, yo...
—¿Le robaste sus cosas? ¿Tenías el arma homicida? —termina Travis por ella. La chica niega totalmente confundida.
—Pero...
—Listo Blair. Eres inocente —escupe Caden molesto. No es primera vez que interrumpe el relato— El estúpido de Travis estuvo manipulándote todo este tiempo para que creyeras que mataste a Mía, que enviabas esas notas, y que el plan de venganza lo habías creado tú, con tu inteligencia. Bravo, tu noviecito hizo que sufrieras de más —miro a Caden sorprendida— Hasta le mandó una nota con Kylie para que se sintiera culpable por lo que supuestamente había hecho o pensado que hacía —señala.
—¿O sea que todos los recuerdos que tenías eran porque estabas junto a Travis, y era el quien hacía todo realmente? —intento conectar cables.
—Me encanta como piensas —el chico me da la razón.
—Hijo de puta... —escupe Blair, indignada. Su compostura firme se rompe un instante, pero vuelve ganando aún más oscuridad en su mirada— ¿Sabes que no te saldrás con la tuya fácilmente?
—¿De qué hablas? Yo creé la fuerza de tu otra personalidad —alardea— Yo mismo te construí, y se exactamente como destruirte —la chica niega furiosa, y me echa una mirada apenada.
—Tú... ¿Por qué matar a Mía, por qué dañar a Caden, y por qué acabar con Sky? —pregunta más enojada que confundida.
—¿Ves? Y creías que el plan era tuyo y ni siquiera sabías su finalidad —se pone de pie, llevándose en el camino todas nuestras miradas— Ya lo dije, me gusta crear caos. Además, tenían que pagar por lo que me hicieron —se encoje de hombros— Mía fue la principal en todo esto junto a su madre. Sky nunca me agradó, y desde que supo lo tuyo siempre intentaba averiguar más, y si te descuidabas podía ser yo quien saldría perjudicado. Y Caden... era muy metiche, se interponía en todos y cada uno de mis intentos de dañar a tus amigas.
—¡Eres un mal nacido! —Le grita Blair, pero este rápidamente saca su arma y le apunta pidiendo que retroceda. Obedece, quedando a mi lado.
—Solo soy un arcano, querida. Yo ni siquiera existo —se acerca a su novia hasta que sus rostros quedan lo suficientemente cerca— Yo estoy muerto, al igual que todos aquellos que asesinaste. Y no te salvarás de eso, porque tienen pruebas de que estuviste ahí, con un trastorno orgánico al cual valen para justificar tu comportamiento y negaciones de tus actos.
—No lo entiendo, Travis. Yo qué te he hecho... Tolo lo que he hecho ha sido por nosotros, amor.
—¡No me digas así! ¡Permitiste que la estúpida de tu amiga me internara en un manicomio! —le grita alterado, pero enseguida se calma y se separa.
Quita el cartucho del arma, y lo vuelve a poner para cargarla, como si el hacer eso calme sus nervios.
—No puedo creer el daño que le hice a mis amigas por tu culpa... Todo para que te deshicieras de mi a tu gusto —niega con asco— Eres lo peor, Travis Mclean.
—No puedes dejar esto aquí, Blair —la chica se gira al oírme— ¿En serio dejaras que este chico se salga con la suya? Te acaba de humillar —intento que se vaya en su contra, y se sienta apoyada por mí— Tú eres mucho más que eso, tu vales más que todo lo que te hizo y espera que te suceda.
—No lo voy a permitir —vuelve su vista al chico con decisión— Después de todo, como el mismo dijo, está muerto.
—Te recuerdo que quien tiene el arma aquí soy yo —retrocede— Y la verdad me gustaría que vivieran un poco más para ver lo miserable que serán sus vidas de ahora en adelante.
—Nuestras vidas se arruinaron en el momento que volviste a aparecer —digo entre dientes.
—Sky... —me advierte Caden. Le ignoro. Me pongo de pie con dificultad, echándole una mirada a mi herida en mi pierna, que ahora estaba con la venda peor que antes, y con los bordes algo verdosos, cosa que me marea un poco.
—Yo sé que Blair acabara con tu plan y de paso contigo. Y si no puede sola, ahí estaré para ayudarla. Porque a pesar de todo lo que me hizo, o hiciste, ella es mi amiga —Blair me regala me una sonrisa agradecida, y me sorprendo al darme cuenta que no era aquella la Blair que conocí. A quien tenía frente a mí era su segunda personalidad, y aun así se sentía como si fuera quien siempre ha sido mi amiga.
—Aw, que cursi —ríe Travis, y Caden se pone de pie para quedar a mi lado— Pero señoritas, el plan ya está hecho y solo falta lo último para que se lleve a su fin —hace una pequeña reverencia— Ahora si me disculpan, debo ir a ver el espectáculo desde otro ángulo —y guarda su pistola en la parte trasera de su cinturón antes de salir— Muchas gracias Caden —le guiña un ojo y desaparece por la puerta. Frunzo el ceño, pero no me doy el tiempo de analizar.
—¡Oye! ¡No se puede ir así! —me altero, y le señalo a Blair sin siquiera poder moverme bien.
La chica reacciona enfadada y se apresura para correr, pero una mano le agarra del brazo y la detiene.copy right hot novel pub