Bueno Rosa... Cuidate. - mencionó Victoria con una sonrisa.
Rosa se encontraba en el ascensor con una maleta en la mano, abrigada hasta el cuello por la fría temperatura de afuera.
El lunes llegó rápido, era el inicio de las vacaciones por la graduación de su hijo, no volvería hasta el domingo, y tuvo que cambiarse temprano, ya que solamente eran las 9 de la mañana.
- Mi conductor te va a recoger en el garage, te dejará sana y salva en tu casa. - dijo Misha, dándole un último abrazo. -Diviértete, y vuelve sin falta el domingo.
Rosa soltó algunas risas por su comentario.
- Tengo que volver sí o sí, señorita Misha. Nosé qué harían en ésta casa, si yo no estoy...Y tampoco se olviden que les dejé comida en el congelador. Por favor, aliméntense bien. No quiero venir y encontrar empaques de hamburguesa o pizza regados por toda la casa.
- Descuida, todo estará en orden. -respondió Victoria, guiñandole un ojo.
Rosa sonrió despidiéndose de ellas, presionó el botón del elevador, haciendo que este cerrará sus puertas para llevarla a su destino.
- Bien... - mencionó Victoria bostezando, yendo hacia su habitación. - Tendré una pequeña siesta. Ayer terminé todo el papeleo para una nueva sucursal. Prácticamente no dormí nada...
- Lamento informarte pero te recuerdo que hoy es el cumpleaños de alguien importante...
- <
- El cumpleaños de tu padre... - suspiró mirándola.
- No diré nada más. Así que mueve esas piernas y andate a cambiar. Victoria se dio la vuelta, yendo a su habitación entre quejidos.
A los minutos, Misha ya se encontraba lista con un bello vestido floreado de hermosa falda suelta, acompañado de un gran abrigo de piel para mantenerla caliente.
Mientras ella se acomodaba sus respectivas joyas, Victoria salió de su habitación, luciendo un pantalón elegante gris hasta los tobillos junto con un sueter negro de hilo.
- ¿Has visto mi saco? - preguntó Victoria acomodando su pelo.
- Está en mi habitación. - respondió Misha, terminando de arreglarse.
Victoria asintió, yendo a sacarlo.
Con ambas ya listas, Misha sacó su teléfono, marcando un número.
- Suban, ya estamos listas. - ordenó, colgando rápidamente.
- ¿Van a sacar el cuadro?
- Si, porque ni loca saco eso sola.
Al minuto, 2 guardias salieron del elevador a sus órdenes.
- Ahí está. - señaló hacia la esquina de su ubicación. - Carguenlo hasta el auto, por favor. Sus guardias asintieron a sus órdenes, trayendo cargado fácilmente el cuadro de ambos lados.
- Bien, ahora si vamonos. - mencionó Misha, yéndose al elevador.
Victoria siguió sus pasos junto con los guardias hasta estar todos adentro.
Bajando al garage. Misha acompañada de Victoria, fueron escoltadas hacia su auto personal, al mismo tiempo que los guardias colocaban el cuadro en un auto aparte para evitar daños.
Por fin partieron, yéndose de ahí.
El viaje se iba a tornar un poco largo, debían ir a un aerodromo privado para tomar el avión personal de Misha. Ya que su familia vive prácticamente al otro lado del país, exactamente en Los Ángeles.
Una de las ciudades residenciales para mansiones exclusivas, únicamente podían llegar mediante un vuelo de más de 5 horas. Algo tedioso para Victoria, quien en mitad del vuelo, se notaba claramente aburrida y adolorida.
- Me... Duele... To-do... - pronunció cansada, tendida en su asiento.
- Solo intenta dormir, falta todavía 2 horas para que lleguemos. - respondió Misha, revisando su teléfono.
- ¡Ahg..copy right hot novel pub