Cuarenta minutos después, el hombre llegó.
Fionna fue muy obediente esa vez. Se quitó la ropa y se acostó en la cama sin esperar la orden del hombre. Pensó que solo si era lo suficientemente dócil podría conseguir que el hombre le diera una oportunidad.
Después de hacer el amor, Fionna abrazó fuertemente al hombre con sus brazos, lo que obligó al hombre a quedarse encima de ella.
—Quiero salir, es suficiente con solo una hora.
Las palabras de Fionna hicieron que el hombre se enojara repentinamente, y de improvisto, agarró el brazo de Fionna y lo apartó.
—Ah…
Fionna estaba dolorida porque el hombre le había agarrado justamente en la parte del brazo donde tenía la herida.
El hombre hizo una pausa y luego se levantó rápidamente.
—Haz como quieras, pero tienes que devolver el dinero inmediatamente y sal de aquí.
—Qué...
Fionna estaba a punto de enojarse, pero se calmó de inmediato.
—Mi teléfono se rompió y no puedo contactar con mi familia. Me temo que llamarán a la policía si no pueden encontrarme, si así, también te meterás en problemas. Saldré para…
La voz de Fionna era cada vez más baja, porque el hombre se había marchado rápidamente.
Como su plan fracasó, se volvió ansiosa e insegura de nuevo.
Después de media hora, a Fionna le sorprendió que la criada le trajera un nuevo móvil.
—El jefe dijo que solo pudieras resolver todo con el móvil.
Después de ajustar el móvil, lo primero que hizo Fionna fue ponerse en contacto con la enfermera y transferir los 20 mil euros de gastos médicos al hospital.
Luego se puso en contacto con la familia del fallecido del accidente, pero ésta no quiso conversar con ella, dijeron que el herido iba a encargarse de todos sus asuntos.
Después de que Fionna consiguiera el número del herido, le llamó.
—Hola, soy la hija mayor de Jacobo Figueroa. Siento contactarte tan tarde, mi padre...
—Ve al grano.
Era otro hombre impasible.
—Bueno, me pongo en contacto contigo por la compensación. Mi familia ahora está...
—300 mil euros para el muerto, 200 mil euros para mí, y 100 mil euros para daños del coche.
Tan pronto como Fionna escuchó esas cantidades tan grandes, se sintió mucho más que trágica.
—Señor, ¿no es esto demasiado? Saldría a 600 mil euros todo junto. No tengo tanto dinero.
—No intentes regatear conmigo, no tenéis derecho a hacerlo.
—Pero realmente no puedo conseguir tanto dinero. Mi familia ahora está en bancarrota, mi padre...
Fionna tuvo que detenerse, porque por el teléfono escuchó que el otro ya había colgado la llamada.
Colgó el teléfono abatida. Ya le costaba mucho simplemente con sobrevivir en el futuro.copy right hot novel pub