El suave y cálido rayo de sol que logró escurrirse a través a la ventana, beso la clara piel de Daphne en un saludo vespertino.
Cuando sus oscuros ojos enfocaron la elegante habitación, notaron un claro detalle. Ella se encontraba de espaldas a Dorian, ya no lo abrazaba ella a él, en realidad eran los fuertes brazos del atractivo joven los que la rodeaban impidiéndole salir de la cama.
Aquello hizo tensar a la muchacha por completo, quien no dormía en brazos de nadie desde…
Daphne alejó el pensamiento por completo de su mente, lo último que necesitaba en aquel momento era darse lastima a sí misma por un "romance fallido".
Cómo pudo, y sin hacer demasiado ruido, se giró entre los brazos de Dorian para observarlo de frente. Si tenía que estar entre sus brazos a la fuerza, al menos sacaría provecho y obtendría más información de él.
Pero al enfrentarse por completo a su rostro, lo encontró despierto y lúcido observándola con aquellos profundos ojos color océano.
Al instante, él retiró los brazos de su cuerpo al mismo tiempo que sus mejillas adquirían un tono rojizo.
—Buenos días Daphne—dijo el apresurado.
—¿Porqué me abrazabas?—interrogó ella evitando que el cambiara de tema.
Dorian se medio sentó en la cama, pasó una mano por su cabello color noche y mordiendo su carnoso labio inferior, se atrevió a hablar.
—Anoche, luego de mi escena, tu te quedaste dormida primero y al cabo de unos minutos comenzaste a tener una fuerte pesadilla.—comenzó a decir, algo nervioso, sus mejillas ardiendo—No te quería despertar porque dicen que es malo, pero una vez leí que susurrarle a las personas en el oído mientras sufren una los ayuda a calmarse… se ve que me dormí mientras te abrazaba y susurraba—dijo finalmente él.
Daphne lo observó durante largos segundos, admirando la clase de hombre que yacía a su lado.
Con una suave sonrisa en su rostro, ella se incorporó e inclinó hacia Dorian, apoyando sus carnosos labios sobre su mejilla.
El contacto fue rápido, pero dejó un rastro de calor a su paso; aún así ella levantó una mano y acarició su mejilla con dulzura, como borrando una marca invisible.
—Gracias Dorian—susurró ella finalmente, antes de salir de la cama y comenzar a vestirse.
Dorian la observó durante unos segundos antes de volver a hablar.
—¿Enzo es el nombre de tu ex?—preguntó Dorian con cautela, saliendo el mismo de la cama y dirigiéndose al vestidor.
Aquel nombre género una reacción en el cuerpo de Daphne, haciendo que sus músculos se tensaran y le devolviera una mirada cargada de pánico.
—¿De dónde sacaste ese nombre?—logró murmurar ella, su garganta secándose.copy right hot novel pub