▪︎ LILLIE ▪︎
Aunque mis ánimos estaban por los suelos, acepté ir con mi hermana y sus amigas a quien sabe que lugar donde piensan llevarme.
Ya había anochecido y estábamos listas. Alexa insistió en que me pusiera uno de los vestidos que compramos junto con el de la fiesta de cumpleaños.
No quería usar vestido, pero no tenía más ropa que me quedara a mi medida. Esta prenda era algo holgada de la falda, era un mini vestido, de cuello redondo y sin mangas, color negro liso. Muy casual y simple, la verdad me gustaba por lo sencillo que era, pero era muy corto.
Me coloqué unos zapatos de plataforma no muy altos, haber cuanto tiempo duraba con ellos puestos.
Aún estaba en si ir o no, no me sentía muy cómoda yendo de fiesta por la noche, y menos con la reciente muerte de Dante. Pero también tenía razón mi hermana, debía distraerme y no estar pensando en mi dolor, no le hacía bien a mis bebés. Ahora no solo tenía que pensar en mí, si no también en ellos.
Cuando íbamos de salida para subir al auto de Lena, la voz de Lionel nos detuvo a mitad de camino, antes de que yo llegara a la puerta del vehículo.
— Me alegra que la hayan convencido — dijo, eso quería decir que él estaba al tanto de esto — Pero no pueden irse sin protección. ¿Dónde esta Marcus?
Yo lo ignore y abrí la puerta del auto para dejarme caer en el asiento trasero, no me interesaba oírlo. Ya sabía que iba a salir con eso, no quedaba de otra, y como no tenía ganas de discutir y mucho menos de escucharlo deje que hiciera lo que quisiera.
Segundos después mi hermana y sus amigas se suben al auto, y lo encienden.
— No comprendo porque deben de cargar con tanta seguridad — dice Romi.
Sí supieran.
— Eso que importa. Lo interesante de todo, es que te sigan muchos hombres fornidos, y más ese tal Marcus, que esta que se cae de bueno — dice Lena.
Alexa se ríe mientras sus amigas tienen una conversación muy fluida acerca de los guardaespaldas que nos cuidan, en especial a Marcus. Yo solo guardo silenció.
No me agradaba mucho que tuviera vigilancia, pero ahora entendía el porqué, ahora menos me agradaba.
El recorrido fue largo, como más de una hora aproximada, no se a que rumbo íbamos, solo se que iríamos de fiesta. Y es que con ese par siempre era así.
Momento después me doy cuenta que llegamos a Berlín, anhelaba visitar esta ciudad. Era uno de los lugares que había querido venir, pero como se encontraba algo muy retirado de Dresde era complicado viajar.
Llegamos a lo que creo que es el centro de la ciudad, la vida nocturna aquí es muy activa, hay jóvenes en las calles y muchos sitios iluminados con muchas luces coloridas y música. Apenas pasan de las diez de la noche.
Con esto confirmo que nos amaneceremos en algún lugar de estos. El problema es que yo no aguanto mucho, en algún momento necesitaré descansar y poder dormir. En estos momentos mi cuerpo no aguantaba desvelos.
Confirmado, nuestro destino era un lugar llamativo con música que retumbaba hasta las afueras. Un antro moderno.
No sé cuanto tiempo estoy dispuesta aguantar.
En cuanto aparcan, salimos del auto. La música se escucha por todos los cielos. En cuanto pongo un pie, ya tengo a Marcus deteniendo la puerta para que baje.
Él y los otros guardias venían en otro vehículo, una camioneta bien equipada, donde suelen trasladarse todo el tiempo.
Ignore su presencia y me acerque a las chicas para caminar junto a ellas. Al llegar a la entrada vemos una fila muy larga, todos querían entrar a este club.copy right hot novel pub