• DANTE •
La chica venía distraída recorriendo el lugar con su vista, pero se detiene cuando su mirada cae en mí, palidece, sus ojos y boca se abren en par casi hasta el suelo. Por unos largos segundos no dice nada solo se queda como piedra viéndome sin mover ningún músculo.
— ¿Estoy soñando? — por fin habla y se talla los ojos para poder creer lo que mira — ¡Oh no!, ¡sí eres real! — chilla muy alto mientras da brincos de alegría.
Pero lo que me deja perplejo es su animada reacción. Corre y se lanza a mí, se cuelga de mí cuello. Me toma por desprevenido que no logro responder con rapidez para alejarla.
La tomo de sus muñecas para separarla, ella me muestra una amplia sonrisa y el maquillaje se derrama por sus mejillas por unas lágrimas que soltó.
— No pedí que viniera para este tipo de cosas. — digo.
— Lo sé, solo que me da gusto saber que estas vivo y que esos malditos no se salieron con la suya.
Ignoro lo que dice y me alejó para regresar a mi asiento de cuero y volverme a dejar caer sobre él.
Ver a Tamara como reacciono cuando me vio, me deja mucho que pensar. Recuerdo que Lilli no hizo nada, solo se quedó de pie mientras me miraba sorprendida. Sí quizás le sorprendió saber que no estaba muerto como pensó y que su padre había fallado. Pueda ser que se decepciono al verme con vida. No como la chica que tengo frente a mí que sonríe con una sonrisa resplandeciente por haber visto vivo.
La reacción de Lilli fue lo último que acabó la puta encrucijada en la que me encontraba. No estaba seguro de que ella estuviera aliada a su padre, pero con eso terminó por confirmarme mis sospechas.
Tamara se sienta en el sofá que se encuentra a lado de mí y sin dejar de verme. La chica rubia a cambiando un poco, se ve un poco más delgada, su cabello es teñido, ya que ella es morena natural, lo se de sobra. Pero en este momento trae los mechones teñidos en rosa y corto.
¿Qué pudo estar vivido para que su aspecto sea muy distinto al de antes?
Nunca me importó, siempre fue una puta más. Pero también fue la única con la que llegué a follar unas dos o tres veces, ya que las demás fueron sexo oral que recibía por parte de ella. ¿Por qué?, porque era de las pocas que no exigía nada más, ella siempre se conformó con eso, jamás replicó. Fuera de eso solo nada significo para mí y aún sigue en las mismas.
Aunque ella en algún momento me confesó que estaba enamorada de mí, yo le dejé en claro que solo le podía ofrecer sexo y solo eso, y aún así aceptó.
Pero después de conocer a Lilli nunca más volví querer tener sexo con ninguna otra. Si antes me excitaba con un culo o unas tetas grandes, pero eso dejo de pasar cuando la conocí, solo deseaba y me volvía loco mi pequeña fiera.
— Leo dijo que tenía información para nosotros — Iván comienza el interrogatorio.
— Sí, puede ser que les sea de mucha ayuda — asegura.
— Pues que esperas para soltarlo — manifiesta Leo.
Su alegría pasa a serio y su mirada se fija en mí.
— Primero necesito que me prometa algo — me pide. En sus ojos veo preocupación.
Yo jamás prometo nada a nadie y ella no será la excepción. Al menos que sea mi fiera. 《Maldita sea, debo dejar de pensar tanto en ella》
— Sabes bien que yo nunca prometo nada. — digo con dureza.copy right hot novel pub