• DANTE •
No tenía nada que ver el nombre de mi abuelo en el hijo de Tamara, no porque se le haya ocurrido ponérselo pensará que yo aceptaré a su crío como mío.
Tengo muy claro que siempre me cuidé con ella y con todas las mujeres que estuve en algún momento. Ninguna podía venir a decirme que yo era el culpable de dejarla embarazada.
Estaba completamente seguro que ese niño no era mío, lo mejor que podía hacer era írselo a colgar a otro, en vez de a mí.
— Bueno dejemos ese asunto para después — dice Iván. — Mejor danos la información que tengas sobre el estúpido de Bruno, lo otro te lo arreglas con el Diablo más tarde.
Gruño y le echo una mirada detonante, mi mismo amigo me estaba enviando a un callejón sin salida, cuando lo único que quería era hacer a oídos sordos.
— Esta bien.. — habla Tamara mientras controla sus sollozos — La información que tengo es sobre los clubes que pertenecían.
— Aún son del jefe — dice Leo, se encuentra de pie apoyando en la pared continua de la puerta, con los brazos cruzados en su pecho.
— Se que son tuyos, pero en estos momentos están en manos de ese cretino. — lo último lo dice con despreció — Ese desgraciado está haciendo ilícitas con ellos.
Mis amigos sueltan a reír.
— Tamara, somos unos putos mafiosos. — dice Leo — ¿O que pensabas?, que vendíamos caramelos y golosinas. — se burla — Aunque pensándolo bien, también hacemos eso.. solo que los dulces son para adultos.
Se carcajean, Tamara rueda los ojos molesta por sus burlas.
— No me refería a eso — manifiesta — Si no a que ahora en esos lugares están traficando con mujeres y niñas. Tengo entendido que tú no hacías eso.
Exactamente nunca hice nada de eso con traficar inocentes. Y no es algo que temiera hacer por la ley. Si no porque era algo que la familia Mancini no acostumbraba hacer y eso iba en contra de nuestras reglas.
En mis clubes y casinos siempre hubo empleados que trabajaban por su cuenta, nadie era esclavo para pertenecer en esos lugares, al menos que entraran directo a la organización. En mi mafia solo nos encargamos de reclutar hombres que son los que trabajan para mí.
Solemos hacer eso para que sean de absoluta confianza. Pero aún así no llegan hacerlo cien por ciento, si alguno quiere retirarse de la organización la única forma es saliendo muerto. Nunca dejábamos ningún cabo suelto.
— ¿Y sabes de algún nombre o alguien que le esté ayudando? — pregunte. Dejo caerme despaldas contra el respaldo de mi silla junto al escritorio.
— Escuche un nombre o apellido, no se realmente que significa. Deja lo recuerdo — guarda silencio mientras lo piensa — Era algo como Va.. vasi, vasil..
— ¿Vasiliev? — preguntó Iván.
Lo miro y frunzo el entrecejo, ¿será?
— Sí, ese es, Vasiliev — asegura.
Iván y yo nos miramos por unos segundos, pero no decimos nada sobre ese asunto.
Los Vasiliev es el clan más ruin de las mafias, en comparación a todas las demás. Su objetivo es más que nada torturar, no importa que género o edad sea la persona, también suelen traficar órganos de niños, secuestrarlos y venderlos. Son conocidos como los más sanguinarios y crueles de los cárteles. Pero en realidad ellos vienen siendo solo un grupo de asesinos.
Pero su gran mercado es el trato de blancas.copy right hot novel pub