El momento que la conexión se cortó ambos monstruos se detuvieron en su avance por varios segundos e inmediatamente después saltaron hacia el que estaba herido. Maika no desaprovechó la oportunidad, instantáneamente se percató que algo le había sucedido al conjurador, por lo que colocó apresuradamente una matriz mágica, otro de los muchos trucos en su arsenal que había preparado de antemano en la localidad, con esperanzas de inmovilizarlos y marchó a rastrear la fuente de la magia.
Había sentido una fuente de magia ser activada cerca y esta vez no lo iba a dejar escapar. Sin embargo fue un error déjalos y ahora se acababa de dar cuenta de ello.
En el corto tiempo que estuvieron atrapados, en lugar de intentar escapar, la matriz hizo del ring que tanto deseaban sus instintos. Procedieron a devorarse entre sí hasta que el más fuerte salió victorioso y rompió el hechizo.
Pronto alcanzó a Maika, no, fue más allá de ella y secuestro a su creador en la cara de los presentes. Acto seguido la criatura voló alto y envolvió de manera siniestra que hasta los gritos del mago cesaron. Una esfera en el cielo bloqueaba la luz de luna, dando la impresión de un cielo completamente negro.
—¿¡Pueden evolucionar devorándose los unos a los otros!? Fue un descuido de mi parte y ahora que se alimentó de una fuerte fuente de energía… ¡Está entrando en la fase final!
Maika soltó una ráfaga de la potente munición, pero no hicieron nada. Fueron repelidas por una fuerza invisible, iluminando el cielo nocturno momentáneamente de juegos artificiales, incapaces de alcanzar la luna.
Fisuras comenzaron a aparecer en la esfera, trozos empezaron a caer, significativamente pequeños, uno tras otro hasta que revelaron lo que había dentro.
—El ángel... está naciendo.
Maika soltó la pistola y esta desapareció, y en cuanto empezó a cerrar su puño nuevamente otro objeto comenzó a materializarse, su nivel de concentración para realizar esto era impresionante. Al mismo tiempo Maika mordió la punta de su pulgar.
—Es el peor resultado posible… Si ha llegado a esto, no tengo más opción. Mi última carta.
Un arco de pequeño metal de no más de un metro apareció en su mano y exactamente igual a un arquero experimentado se preparó para disparar, pero antes, con su sangre escribió unos símbolos en el marco del arma.
Al mismo tiempo que el un pedazo del cielo comenzó a quebrarse Aiden recobró el conocimiento en medio de los escombros. Fracturas continuaron apareciendo en la superficie de la esfera, y una enorme presión creció en el interior de Aiden. Era extraño y complicado de explicar, su sangre hervía, pero por alguna razón no era una mala sensación, todo lo contrario. Algo dentro de él estaba reaccionando a la monstruosidad.
Trato de levantarse, un agudo dolor en su costado se lo dificultó al principio. La herida, aunque la pérdida de sangre era mínima, casi como un estigma, no paraba de sangrar. Con esfuerzo logró pararse y caminar hasta la ventana más cercana, entonces lo vio.
No se trataba del cielo en realidad, pero daba la impresión de que era el cielo mismo resquebrajándose.copy right hot novel pub