Eran alas como las de un verdadero demonio.
Aberrantes, nauseabundas y violentas. Podían verse pulsaciones, como las de un ser vivo en ellas. Con cada expansión un tono verdoso era ligeramente perceptible.
Maika observó sin poder creer lo que veía; no, sin querer creerlo, cada segundo en que Aiden, sin hacer ningún sonido, sin decir siquiera una palabra, se convertía en eso.
El dolor en su pecho crecía de igual manera que las alas de Aiden. Ese no era el Aiden que conocía. Se había convertido un monstruo.
Las alas negras alcanzaron más de quince metros y continuaban creciendo. La neblina a su alrededor se movían de forma aberrante transmitiendo una sensación horrible y angustiosa.
El cuerpo de Aiden se enderezó por completo de manera antinatural por las alas creciendo de su espalda. Mantuvo la cabeza baja todo el tiempo, su cabello recaía sobre su rostro ocultando su mirada perdida.
Aiden levantó su mano izquierda. A exactamente el mismo tiempo el ángel cargó hacia Aiden con tal velocidad que desapareció de la vista de Maika. A la par que levantó su brazo un objeto puntiagudo similar a una lanza apareció en el aire de un metro y medio aproximadamente de largo, grosor tal vez uno o dos centímetros en la punta que gradualmente se iba engrosando hasta ser de unos cuarenta y cinco centímetros. Más que una lanza reflejaba la apariencia de un cuerpo geométrico.
—¡¿tyOMCO...wrETÖ!!
Todo ocurrió en mucho menos de una centésima de fracción de segundo. La lanza se había incrustado unos centímetros por encima del abdomen. Mientras cargaba con una súper velocidad que incluso dejó atrás al sonido, el cuerpo del ángel pasó a través de la lanza que era igual a un objeto sólido.
Apuñalado no era la expresión correcta, la lanza únicamente estaba allí, estática en el aire, y al volar a una velocidad superior al sonido no pudo esquivar el objeto en medio del camino que obstruía su paso.
—pfg.ALÄSyyhr ¡¿QUE 3g6ERES?!
Aiden levantó ligeramente su cabeza, no había forma de saber si había entendido lo que el ángel dijo o solo reaccionó a la repulsiva voz que emitió.
Con la mirada perdida se mantuvo en la misma posición por varios segundos y las alas en su espalda empezaron a agitarse, moviéndose de un lado a otro estruendosamente. Chocando entre ellas y con los edificios, destruyendo todo a su paso. Grandes trozos de concreto, vidrio e increíblemente resistentes vigas de metal volaban por lo cielos.copy right hot novel pub