Modo oscuro
Idioma arrow_icon

(COMPLETO) Las Crónicas de Aralia (1): Gemelos de sangre

LXXIII

¿Gideon Aznar? ¿Capitán de los cazadores? La verdad era que aparentaba ser un tipo duro de roer. Pero, ¿qué hacía él allí? ¿Por qué quería verme?

—Os dejaré a solas para que podáis hablar tranquilos —anunció, para mi desgracia, Karintia.

Yo la seguí con la mirada hasta que la perdí de vista, pero el cazador estaba demasiado pendiente de mí como para hacer lo mismo. Aquello me ponía los pelos de punta y, además, aquel hombre me recordaba demasiado a Jhan. Era ver la imagen de lo que podría haber sido si no hubiera…

—Cuesta estar cara a cara por fin ante uno de los humanos que se nos encargó proteger —su voz me sacó de aquellos dolorosos—. Encantado, Lidia. Puedes llamarme Aznar.

Entonces recordé que hubo una vez que Jhan había mencionado aquel nombre, pero no sabía cuándo ni por qué. La híbrida lo había presentado como capitán de los cazadores, de modo que debía de ser el cazador más poderoso, aquel que los dirigía a todos.

—Es un placer conocerlo —respondí educadamente—. Tiene que ser duro velar por la seguridad de los humanos mientras buscáis a los gemelos de sangre. Gracias por enviar a Jhan y a los demás en mi busca y siento mucho todo lo ocurrido. Quizás si las cosas hubieran sucedido de otro modo vuestro cazador seguiría vivo.

—Murió cumpliendo con su deber y estamos orgullosos de lo que hizo —fueron sus solemnes palabras.

Pensar en Jhan todavía me confundía y no pude evitar confesar mis sentimientos ante aquel hombre al que no conocía de nada, pero que transmitía una extraña aura de lealtad.

—Es extraño —suspiré—. Hubo un tiempo en el que tuve que pensar en él como si fuera mi hermano perdido y luego... nada. No teníamos ningún parentesco y él solo era un amigo que nos estaba ayudando. Sé que es una tontería, pero la idea de que fuera mi hermano… me gustaba. Cuidó de mí hasta el final, así que en cierto sentido es como si lo hubiera sido. Ya he dicho que era extraño.

—Siento que tuviera que engañarte, Lidia, pero él tenía que estar muy cerca de ti y pensó que solo así lo permitirías —me explicó con cierto pesar en su voz—. Yo acepté su idea y me temo que nunca pensé en el daño que pudiera causarte. Por favor, perdóname.

—Disculpas aceptadas —esbocé una pequeña sonrisa—. No es nada.

—Sin embargo, debes saber que sí tenías un hermano de la edad que Jhan te dijo. Murió en el coche, con tus padres. Estamos absolutamente seguros de que no fue un accidente y que acabaras en un orfanato así lo confirmó. Siento no haber estado allí. No tendríamos que haber dejado que sucediera.

—No pasa nada. Ahora sé la verdad y he encontrado mi sitio.

—Debes saber que si te conviertes en cualquier otra criatura, en vampiro por ejemplo, tu sangre perderá ese poder especial —me explicó con cautela, supongo que siendo consciente de mi relación con el rey de los vampiros.

—Lo sé, pero aún no sé qué es lo que voy a hacer con mi vida —suspiré—. Ya lo veremos.

—Si necesitas cualquier cosa, para nosotros siempre será un honor ayudarte.

—Muchas gracias. Lo cierto es que me gustaría hacerle un par de preguntas, si no es mucha molestia… —inspiré profundamente cuando él asintió—. Karintia dijo que había un grupo de brujas encargadas de proteger a los gemelos de sangre.

—Así es —afirmó—. No obstante, hasta que la Guardiana llegó, las criaturas mágicas no teníamos mucho contacto entre nosotros. Me temo que ellas os protegieron a su manera y nosotros a la nuestra.

—Ya lo suponía —me mentalicé para mi siguiente pregunta—. Tengo entendido que somos dos: un chico y una chica. La gemela puede alimentar a vampiros y el gemelo, a vampiresas.

—Deduces bien.

—¿Dónde está él? —el corazón me latía en el pecho con fuerza—. ¿Está bien?

—Me temo que no dispongo de esa información —desvió la mirada hacia la puerta del salón antes de volver a mirarme—. Supongo que tendremos que seguir buscando y asegurarnos de que está a salvo. No obstante, algo me dice que Karintia ya sabe quién es.

—¿De verdad lo cree?

—Es solo una corazonada —sonrió.

—¿Y os lo dirá?

—Es la Guardiana —dijo como si eso lo explicara todo—. Ella sabe cosas que nosotros solo podemos llegar a imaginar. Debemos confiar en su buen criterio y en el de aquellos que la ayudan en su tarea. Como su hermano.

Pensar en Tabak hacía que la sangre se me subiera a las mejillas, de modo que decidí que había llegado la hora de cambiar de tema.

—¿Estará en el juicio de Jared mañana? —le pregunté.

—No, esto no es asunto mío —y parecía que se alegraba bastante de ello—. Es competencia de los vampiros, nada más. Los juicios justos nunca han sido nuestro fuerte y menos con tipos como ese vampiro.

—Lo entiendo.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio