Modo oscuro
Idioma arrow_icon

(COMPLETO) Las Crónicas de Aralia (1): Gemelos de sangre

Epílogo

—¿Nerviosa?

Teresa parecía toda una mujer con aquel precioso vestido celeste de corte sirena que moldeaba su cuerpo a la perfección. Y Kenzye, a su lado, destacaba a cada paso con su vestido mostaza con una abertura lateral de infarto.

—Estoy a punto de casarme —lo cierto era que seguía sin creérmelo demasiado.

El vestido escogido era de falda amplia, como era costumbre entre los vampiros, y de color rojo. El escote cuadrado era realmente favorecedor y facilitaría más tarde el acceso a mi cuerpo. Temblaba con solo pensarlo.

Preparada para aquel día tan importante en mi vida, permití que mis amigas abrieran la marcha hasta el salón del trono, la cual se había habilitado para dar acogida a todos aquellos vampiros y hombres-lobo que quisieran presenciar el acontecimiento. Se había preparado comida para cientos de personas y me preocupaba habernos pasado, pero eso quedó en el pasado cuando al fin pude vislumbrar la enorme multitud que me aguardaba allí abajo.

Con las mejillas encendidas por los vítores y los aplausos de aquellos que me conocían, bajé los escalones deseando que terminara ya aquella pesadilla. Y, al posar mis ojos sobre Tabak, lo deseé aún más fervientemente.

Llevaba un traje carmesí a juego con la corbata y una camisa blanca. Estaba de pie junto a su trono, esperándome. Los invitados más cercanos (Karintia, Lucian, Cameron, Lucas, Adrien, Gisella...) formaban un bonito círculo a su alrededor. El vampiro sonreía mientras yo me acercaba a él. Señor, ¿cuándo podría tenerlo para mí sola?

Mi corazón latía muy deprisa y aumentó su velocidad cuando Tabak me rodeó la cintura con su brazo y me atrajo hacia él, colocando sus labios rozando mi oreja.

—Te amo, Lidia Neisser, y siempre te amaré.

Depositó un beso en mi sien mientras Karintia se aproximaba a nosotros. Astaroth yacía en los cuidadosos brazos de Cameron mientras Adrien trataba de llamar su atención con una pluma que había cogido de sus alas.

—Lidia Neisser —la híbrida sonrió—. Estamos aquí para celebrar tu compromiso eterno con tu compañero de una forma que honra al mundo de donde vienes. Has pasado muchos obstáculos y en cada uno de ellos has dado lo mejor de ti. Creo que hablo en nombre de todos cuando digo que nos sentimos orgullosos de la reina en la que llegarás a convertirte algún día.

Mi cara palideció notablemente mientras con el rabillo del ojo miraba hacia Tabak. ¿Reina? Pensaba que eso eran solo bromas entre mis amigas humanas y yo. Aunque, por la sonrisa taimada del vampiro, deduje que esa sería otra interesantísima conversación en un futuro no muy lejano.

Tras el clásico intercambio de alianzas, el beso y un montón de saludos a personas de las que sinceramente no recordaría al día siguiente, por fin pude escapar para beber algún trago de alguna bebida amarga con las locas de mis amigas y sus respectivos compañeros.

Fue un día realmente memorable, o eso me gustaría decir, ya que Tabak y yo no aguantamos mucho tiempo allí abajo. Puede que pasaran, con suerte, un par de horas antes de que el vampiro colocara una mano en mi cintura y me aprisionara contra él, con sus ojos encendidos por el deseo. No hicieron falta palabras. En menos de dos segundos, él se encargó de llevarme hasta nuestra habitación.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio