Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Cuando los sueños son más que fantasías

Carta 38:

Sorpresivamente y luego de 36 horas de desaparecido, me desperté acompañada.

Cameron había vuelto.

Kaimy ya me había dicho donde estaba Cameron; él había hablado con Anderson, Anderson se lo dijo a Kaimy, y obviamente, ella me lo dijo a mí.

No estaba molesta con él por desaparecer de pronto. Pero si estaba molesta porque por su culpa tuve que llamar a Jean para que me ayudara a buscar a Charlotte.

Lo quería lo más lejos posible de mí, eso solo había logrado atraerlo a casa y confirmarle que era su hija. Lo último que quería era que empezara a pedir derechos sobre Charlotte, cuando lo que había pasado entre nosotros solo era un espantoso error.

Eso no quería decir que pensara en mi hija como un error, ni mucho menos, ella era lo más preciado de mi vida, no podría vivir sin ella; pero para el mundo y para Charlotte, Cameron era su padre y así se quedaría.

También me molestaba el hecho de que no me dijera dónde estaba Charlotte.

No me molestaba que la dejara con Ella y Robert, eran nuestros amigos; pero si debía irse tenía que habérmelo avisado.

Me levanté de la cama e hice desayuno. Aun me sentía terrible emocionalmente; todo lo que había pasado durante esos días me había hecho revivir la pesadilla de cuando perdí a Stella.

Soñaba con ello cada noche luego del degrado. Eran unas horribles pesadillas que me hacían sentirme peor.

Mi pequeña pelinegra salió gateando de su habitación hasta llegar a colgarse en mi pierna. La levanté y la llené de besos.

Luego de bañarla, le serví su desayuno y la dejé comiendo sola; ya sabía cómo hacerlo sin bañarse de comida.

Al entrar a la habitación, casi choco de frente con Cameron, quien venía saliendo.

Me sonrió de medio lado. Su sonrisa era hermosa y más con su tierno look de recién despierto; pero estaba enojada con él, así que lo esquivé sin decir palabra.

Intentó tomarme la mano y yo solo la halé. Nunca nos habíamos peleado o gritado; verlo perder los estribos resultaba muy difícil, aunque estuviera enojado. Sinceramente no sé como lo logra.

Por alguna razón, aunque lo amaba y quería apapacharlo y besarlo con desesperación. Mi cuerpo daba una reacción adversa al sentir su cuerpo cerca de mí.

Algo espantoso recorría mi cuerpo en ese momento, eso me hacía querer que no me tocara.

Él se resignó saliendo de la habitación, aun no entendía por qué estaba conmigo, yo solo soy un problema sin remedio.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio