Modo oscuro
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Cuando los sueños son más que fantasías

Carta 44:

Volví con Cameron por Stella al día siguiente. Nuevamente, Simone me suplicó que no me la llevara.

Muy poco me importaba lo que ella quisiera...

¡Había escondido a mi hija por más de tres años!

Jamás se lo perdonaría.

Cargamos solo con lo esencial. Stella se mostró muy tranquila con la despedida y la mudanza. A pesar de que, aunque yo fuera su madre, ambos éramos desconocidos para ella.

No podía dejar de verla mientras caminaba a mi lado, era tan irreal, aun no asimilaba que era mi pequeña Stella, que estaba viva, a mi lado.

Era hermosa. Su forma de caminar era muy parecida a la de Biel , pero su boca y cejas eran iguales a las mías.

Me encantaba abrazarla, olfatearla y hacerle cosquillas.

Ella solo se quejaba entre risas diciendo palabras en alemán. Pronto se vería obligada a dejarlo y hablar solo en ingles.

En el aeropuerto, Cameron la cargó sobre sus hombros. Ella iba muy conforme con ello, ponía sus manos en la frente de Cam; le tapaba los ojos para dejarlo a ciegas.

No lo hacía con mala intención, ambos jugaban.

Era increíble que mis dos hijas se sintieran tan a gusto con Cameron, aun no llevando su sangre. Eso me hacía sentirme mal, él no tenía el deber de hacerse cargo de mis hijas; aun así lo hacía, y le fascinaba.copy right hot novel pub

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