Esa mañana fui al médico junto con Cameron y Charlotte; le colocamos la vacuna de los dos años a mi muñequita y luego esperamos por el resultado de los exámenes que me habían realizado.
Cameron se apoderó del papel donde venían inscritos los resultados y no me dejó mirarlos hasta llegar a casa; en realidad, no me dejó mirarlos aun luego.
Usó a Charlotte como muñeca de ventrílocuo para que repitiera los resultados y darme la noticia de que estaba embarazada.
En ese momento no supe cómo reaccionar; estaba feliz por darle a Cameron un hijo, pero en cuanto a mí. No me sentía muy feliz, no tenía la menor de que era lo que sentía; solo estaba muy... confundida.
Cameron me tomó de la barbilla y me besó, preguntándome cómo me sentía.
La voz no me salía y no hallaba que responderle; solo me aferré a su cuerpo, pegando mi mejilla a su pecho.
¿Por qué no estaba feliz? ¿Qué era lo que me pasaba?
Los niños eran para mí un sueño y mis hijos lo más importante de mi vida, pero simplemente dentro de mí, solo había una página en blanco, una página que no me estaba ayudando.
El resto de la tarde, Cameron se encargó de entretener a Charlotte.
Yo me recosté en el sillón, intentando escribir algo en aquella página vacía. Preguntándome lo que debía sentir.
Miré a un lado, encontrando la caja blanca en la mesa:
Jean le había enviado un vestido a Charlotte para que lo usara en su boda; yo no me había atrevido a abrirlo. Era el primer regalo que Jean le daba a su hija; no me gustaba que lo hubiera hecho, me desagradaba y no pensaba llevarla a su boda.
Si quería que su hija asistiera, tendría que venir por Charlotte él mismo, y alistarla con sus propias manos. Yo no pensaba mover un dedo ese día.
Él se iba a casar con una mujer a la que ni siquiera le había dicho que tenía una hija; que Charlotte llevara el apellido Peiken no quiere decir que no sea una Ferguson. Seguía siendo su sangre, lo sería toda la vida.
Despegué mis ojos de la caja y miré en dirección a mi habitación; pude ver a Cameron y Charlotte sentados en la cama, reí a verla carcajearse mientras Cameron la maquillaba con el estilo de maquillaje que él usaba para Broken & Wretched.
Mi sonrisa se borró al tener un pequeño Flash Back; recodé aquella vez que llevé a Charlotte al estudio. Todos estábamos ocupados y Jean se ofreció a cuidar a Charlotte mientras llegaba su turno en la sesión de fotos.
Me fui por una media hora, al regresar, me lo encontré en esa misma situación: pintando a Charlotte con su estilo de maquillaje. Ambos estaban maquillados de la misma forma.copy right hot novel pub