¿Qué ha pasado en este último año?
Buena pregunta. Intentaré resumirlo lo más rápidamente posible.
Ser la oficialmente la Señora Peiken había tenido sus altibajos. ¿Pero desde cuando no?
Ningún matrimonio es perfecto, y no había nada que fuera imposible de solucionar. Hoy igual que el primer día, amaba a Cameron con toda mi alma.
¡Por cierto! ¿Adivinen que cosa preciosa tengo en mis brazos ahora?
Les diré su nombre:
Cameron Nicholas Peiken Krasny, mi hermoso y gordito tercer hijo de apenas dos meses de nacido. Había sido difícil, pero por fin estaba aquí. Cameron estaba de nuevo reviviendo los días en que nació nuestra hermosa Charlotte.
Hablando de Charlotte, es tan extraño, pero odia a Jean con toda su alma.
¿Cómo pasó? No tengo la menor idea.
Jean nunca fue un santo de la devoción de Stella, al ver que ella y su hermana tenían un enemigo en común se aliaron, desde entonces no volvieron a pelear. Es más, ahora son buenas amigas.
Stella era la única que no celebraba el nacimiento de su hermanito, pero bueno, ella seguía siendo una Kantor. Charlotte, por el contrario, estaba más que enamorada de Nick. Aunque mis hijas resultan ser como el agua y el aceite, se complementan. Sabía que lograrían acomodarse la una a la otra.
Jean me acusó un par de veces de ser la causante del odio de Charlotte hacia él y, aunque me daba pena, y quería a Jean como un amigo, no intentaría entrometerme entre la actitud de Charlotte.
Ella sabía el verdadero motivo de sus sentimientos, le daba la razón a mi hija, tenía razones para sentirse así. Para ella, Cameron era su único padre; esa era la realidad para todos.
Cambiando de padre de otra mis hijas.copy right hot novel pub