Modo oscuro
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De Monja A Mafiosa

Me he vuelto adicto a ti

Que pueda amar tantas cosas en este mundo me ayuda a entender que contigo es diferente, pues el amor que llegué a conocer jamás se sintió así, tan intenso, desestabilizador, como si el armazón de mi alma se hubiese desprendido, dejándome así…, tan vulnerable.

Nuestra forma de besar es intensa y liberal, nos separa de la realidad y nos lleva a un mundo donde solo existimos ambos, es como si cada uno intentara succionar el alma del otro, como si nuestros labios intentaran dejar una marca de propiedad imborrable, puedo leerlo claramente en mis labios, es como si sus labios escribieran su nombre sobre los míos.

—Inocencia —su respiración se siente agitada—, que vinieras corriendo desnuda hacia mí supera cualquiera de las fantasías sexuales que he tenido.

¡¿Desnuda?!...¡Oh, por Dios!... Fue tanta la emoción de verle que hasta olvide ese detalle… Maldición, me estoy sonrojando horriblemente.

—¡Qué pena!... Debería vestirme… —digo sintiéndome súper avergonzada.

—¡No, no, no! —a la mayor brevedad posible, Dimitri se levanta su oscuro sweater y lo lanza contra un rincón de la habitación, se quita los zapatos, se libera de su cinturón y luego se baja el pantalón con todo y boxer.

¡Oh, bendito!… nos volvemos a ver…

—¡¿Qué crees que haces, Dimitri?!, podrían vernos así… —mi ritmo cardiaco va en aumento.

—Tranquila, esta vez voy a cerrar la puerta —lo dice mientras le pone seguro a la perilla de la puerta—, esta vez ninguna monja impertinente nos va a interrumpir.

Dimitri hace que me sonría bajo mi rubor, luego me toma por la cintura y me levanta, haciéndome sujetarle con mis piernas sobre sus caderas, vuelve y me besa, y mientras lo hace, me lleva hasta las aguas termales.

Nuestros cuerpos se sumergen en las cálidas aguas, Dimitri se sienta sobre una de las rocas que esta en el fondo del agua y yo quedo sentada sobre su pelvis, y mientras Dimitri empieza a besar bajo mi mentón empiezo a notar que, bajo mi muslo, hay algo duro que se está moviendo, creo que me senté sobre su mano, y de seguro le estoy incomodando, así que rápidamente meto mi mano bajo el agua y le agarro….

… Esta no es la mano de Dimitri…

—No me esperaba tal atrevimiento, señorita —dice mientras sonríe de manera torcida—. ¿Quieres jugar con él?

—¡¡OH, SANTÍSIMO!! —grito y me levanto espantada—. ¡No, esto no está bien!... —me percato que prácticamente tengo mi parte íntima frente a los ojos de Dimitri, me tapo con mis manos y corro a sentarme del otro extremo del estanque.copy right hot novel pub

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