Anteriormente en el capítulo 110 (“Descubrir otro misterio”):
Una historia que aún no se termina. Necesitamos acabar con Strong.
Y así fue, pudimos derrotarlo todos juntos gracias a Darrien, las armas, mis compañeros, pero el punto clave fue la bala que atravesó su cuello, además de que le hizo efecto comerse a Jhostin vivo.
Y claro, él pudo sobrevivir milagrosamente gracias a que es un híbrido. Lo sacamos dentro de su estómago inconscientemente. Tuvo suerte.
Finalmente, recurrimos a entrar al refugio para encontrar ese huevecillo, pero, ¿qué será eso exactamente?
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...ತ ¡¡¡DISFRUTA!!! ತ...
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CONTINUACIÓN:
Llegó la hora de encontrar aquella puridad escondida entre las sombras de los miedos sombríos de nuestro interior, era ahora o nunca.
Entramos al refugio dando pequeños pasos lentos, pero con fuerza y sin miedo. Era valentía dentro de nuestros cuerpos.
Ahora me doy cuenta de que este refugio no parece ser refugio, aunque, qué más da, anteriormente lo fue y nos cobijó de una manera muy inexplicable, y gracias a ello salvó a muchas personas.
Estoy agradecida de mi país, mi casa, mis padres, mi familia, amigos y este refugio. Pronto iniciaremos una nueva etapa en otro país y lejos de todo aquello con lo que crecí.
—¿Están listos, chicos?— pregunté desviando la mirada hacia la puerta.
—Pues, preparado o no, debemos de evitar esta situación— respondió Kasuto.
Asentí en ese instante, tomé algo de aliento y, seguidamente, abrí la puerta. Había crujidos extraños cerca de aquella puerta de cristal, aquella que nos va guiando al estacionamiento.
—Bueno, antes que nada, vuelvo a preguntarles, chicos.
—¿Qué sucede esta vez, Sakura?—preguntó Thelma mientras llevaba arrastrado a Jhostin, sudorienta y cansada de llevarlo de esa manera.
—Primero, Thelma, a Jhostin podemos dejarlo en aquella silla. Tú cuídalo con Yamato, tenemos que vigilarlo por lo menos— respondí.
Ellos asintieron y, después de eso, colocaron a Jhostin en una esquina sobre una silla.
—Ahora, Darrien. ¿No sientes alguna sensación de esas extrañas que ustedes suelen tener? Por ejemplo, esas para saber si hay un zombi o algo así.
—Sinceramente, no he sentido alguna sensación de esta forma. Tal vez, y después de todo, no hay nada.
—Confiaré en ti, Darrien. ¿Preparados con las armas?— pregunté sacando del bolsillo el cuchillo. Preparé el arma y miré hacia Kasuto y Darrien.
Seguían zombis debajo de ahí, así que, debemos de casar zombis sin que ninguno se nos escape.
—Lo único que siento ahora son las energías de los zombis, pero, fuera de eso, no noto nada más.
Sakura, déjame a cargo los zombis para que entren seguros.
—No, ya has gastado mucha energía tú mismo. Kasuto y yo nos encargaremos de eso.
—Sí, Darrien. Tú descansa, solamente ayúdanos a ver ese huevecillo que dice Sakura. ¿Hay pocos zombis, verdad?— dijo Kasuto tocando la cabecilla de Darrien.
—Solo son como 12.
—Bien, esto será fácil— manifesté.
Era el momento de llegar a la verdad para ver qué era esa cosa que nos atormentaba. Además, no debemos de tardar porque los demás nos están esperando en el aeropuerto.
—Y bien, ¿quién se pone al mando?— pregunté.
—Sakura, esta vez déjamelo a mí— respondió Kasuto tocándome mi mano derecha.
Asentí y, después de eso, Darrien se puso detrás de él, para que estuviese más seguro mientras yo vigilo por la espalda y cierro la puerta.
—A la de tres entramos— asintieron ellos mientras pasaban saliva por sus pequeñas gargantas. —1... 2...— miró hacia mí Darrien quien, de un instante tomó mi mano para que ninguno de nosotros se perdiera entre los zombis. —¡3!— grité fuertemente y, sin pensarlo un par de veces entramos en un instante. Fuera de eso, cerré la puerta hasta que quedara clavada en la cerradura.
Así fue como nos metimos dentro de un pequeño lío que nos llevaría de pequeñas a grandes consecuencias y, tal vez, ¿buenas?
—¡Kasuto, mata a todos los que puedas! ¡Yo iré a la izquierda y tú a la derecha!— aseveré.
Pasaron los minutos y yo ya llevaba a 5 derrotados.
—¿Cuántos llevas, Kasuto?—pregunté.
—Llevo 6, pero, ¡no encuentro al otro zombi!
—Eso veo, bueno, tal vez Darrien se equivocó y, puede ser que el último esté fuera del estacionamiento.
—Tal vez... Igual, no importa ese zombi, lo que importa es ese huevecillo. Esa cosa es enorme y no es muy normal que digamos.copy right hot novel pub