Mauren realmente no se había dado cuenta de a quien había abandonado.
¿Abandonar al joven Pérez? ¿Cómo era posible? ¿acaso existía alguna mujer en el mundo que pudiera hacerlo?
Ella simplemente no quería liarse con este hombre.
Lo que acababa de pasar en el coche fue solamente un accidente, un error, y ahora ella pensaba con claridad. ¡Naturalmente este error debía terminarlo!
Sin embargo, ¿qué significaba este inexplicable aguacero? ¿esto era para ayudar a ella a enemistar con Senda?
Al pensar en las circunstancias que ahora Senda tendría que afrontar, a Mauren le tembló la mano y casi causó uan accidente de tráfico.
Ella solo no quería involucrase con Senda, pero no esperaba a que Senda se odiara a sí mismo.
¿Quién era él? Quién lo enfureció no terminaría para nada bien.
En el camino turbulento, no era nada fácil el conducir el auto hasta el chalé de la familia López. Mauren pisó el freno para que el auto se detuviera.
Ella salió del estacionamiento bajo la plena lluvia y se apresuró hacia la habitación principal. La lluvia había empapado su rostro, desvaneciendo todo su maquillaje.
De repente, se oyó un estruendo, al ser tan tarde no podía ver con claridad, y repentinamente chocó contra una persona.
Ella cayó al suelo por la fuerza del impacto, y la otra persona con la que ella había chocado también retrocedió unos pasos.
-Tú… - La expresión de Vinay Pérez se ocultaba detrás del paraguas, estaba listo para regañar a esta criada por no tener cuidado.
Pero al ver claramente el rostro de esta sirvienta, se puso sorprendido por la cara de un ángel.
¿Desde cuándo la familia López tenía una sirvienta tan hermosa? Con ese pequeño rostro blanco y delicado, tenía rasgos exquisitos.
Esa delicada figura empapada por la lluvia hacía que quisieran abrazarla y protegerla.
Incluso Bita López que era la primera mujer de la Ciudad del Norte no era ni una décima parte de lo que era esta chica.
-Señorita, tú…- Vinay extendió su mano para ayudarla.
Pero no esperaba que la señorita saliera corriendo al levantarse por su cuenta y sin mirarlo.
Aquí en el jardín enfrente del garaje, en el camino rodeado de jardineras, en un abrir y cerrar de ojos, esta hermosa chica había desaparecido.
Pero aquel hermoso rostro bonito había quedado impreso en el corazón de Vinay Pérez.
La segunda hija de la familia López, Bita, era la más hermosa en la familia, y la hermana mayor era también hermosa pero no tanto como Bita.
La tercera hija era muy extraña, quien llevaba mucho maquillaje todo el día.copy right hot novel pub