Por la noche, Mauren todavía estaba al lado de la cama del señor López.
El anciano aún no tenía una conciencia suficientemente clara, pero parecía que le gustaba especialmente esta chica.
Cada vez cuando venía ella, el abuelo inconscientemente comía más y podía ser obediente, aceptando que la enfermera le diera un masaje.
-Abuelo, ¿estás alegre ahora?- cuando solo se quedaron los dos, Mauren le frotó suavemente el brazo y le preguntó en voz baja.
Naturalmente el anciano no podía contestarle pero en el fondo de sus ojos había una luz de felicidad.
Tal vez si no supiera nada ni tuviera que preocuparse por nada, la vida hubiera sido mucho mejor.
-En este caso, si te parece feliz como ahora, entonces antes de recuperarte completamente, sigues siendo alegre como así, ¿está bien?
Ella se sintió muy afligida mirándolo. Tenía muchas palabras para decir, sin embargo, no podía decir ni una frase.
Con miles de palabras, por último, solo pronunció una frase, -Abuelo, tienes que cuidarte.
Esa noche la luz de la habitación de la muchacha siguió siendo encendida hasta la medianoche.
No fue apagada hasta las cinco de la madrugada.
Al día siguiente, por la mañana, cuando Guadalupe fue a visitar al anciano, descubrió que ella no estaba al lado de su cama.
-¿Dónde está Mauren? - miró a Juan.
Negó con la cabeza, -La señorita Mauren hoy no ha venido. Quizás todavía esté durmiendo.
-¿Cómo puede ser así? Estos día ella siempre vino temprano para ver a su abuelo- ¿acaso hoy estaba mal?
También se preocupaba de que estuviera realmente cansada, y entonces miró al anciano que todavía estaba dormido, -Voy a verla. Espero que no esté realmente rota.
Después de salir de la sala del anciano, caminó hacia la sala vecina y llamó a la puerta.
-Mauren, soy yo, tu tía. ¿Todavía estás durmiendo?
Adentro no había ningún ruido.
Frunció las cejas y tocó la puerta de nuevo, -¿Mauren?
-Soy tía. ¿Ya te has levantado? Voy a entrar.
En la habitación todo todavía se quedó silencioso y no había ninguna respuesta.
De repente se sintió agitada, con un mal presentimiento.
Empujó la puerta y inesperadamente no estaba cerrada con llave y se abrió tan pronto como ella la empujó.
Sobre la cama de adentro, la colcha estaba cuidadosamente doblada como si anoche nadie hubiera dormido en ella.
No estaba e incluso la puerta del baño estaba abierta pero adentro no la vio.copy right hot novel pub