-Más tarde supe que tu abuelo le mintió a tu abuela y me calumnió, le dijo a tu abuela que yo tenía amante, y tu abuela, que era una niña siempre en ese entonces, y lo creía.-
Ya pasaron décadas, de hecho, en el corazón de Vicente, ese amor y ese odio ya se esfumaron desde hacía mucho tiempo.
Solo que cuando hablaba de eso ahora, todavía se sintió un poco irreal, y todavía podía sentir un poco del dolor de ese momento.
Su voz también se volvió un poco distante, como si hubiera regresado a ese año.
-Quería buscar a tu abuela para explicarle, pero cuando encontré a tu abuela, supe que estaba embarazada.-
-No podía hacer tu abuela sentir ese sufrimiento. Porque tu abuela no tenía buena salud. Si le dijera la verdad, me temía que no podría soportarlo.-
-Entonces, no me quedó otro remedio que sentir la amargura solo, y fingí realmente haberla traicionado y haberle hecho cosas imperdonables a tu abuela, pensé que así podía dejar que tu abuela se quedara embarazada y vivir con tu abuelo con tranquilidad.-
Esa época era completamente diferente a la actual.
En esa época, una vez que una mujer estuviera casada, no podría volver a casarse fácilmente.
Volver a casarse, para una mujer, era una cosa que podía arruinar la reputación de toda su vida.
Pensó que sería mejor él sufrir estos dolores sólo, unos años después también se casó y tener unos hijos.
-Con el paso del tiempo, parecía que todo desaparecieron. Pero no esperaba que un día recibiría una carta de tu abuela.-
Vicente miró a Senda, y supo que no era fácil para este niño aceptar esta verdad de una vez.
Sin embargo, todo lo que dijo fueron verdades.
-Cuando recibí esta carta, ya tenía una familia y varios hijos. No podía abandonar a mi esposa e hijos e irme con tu abuela.-
-Así que solo guardé esta carta y no hice caso de esa, pero no esperaba que tu abuela viniera a verme en persona.-
-En cuanto a la foto en la que yo y tu abuela estábamos juntos, no sé quién la tomó, pero en ese momento, iba a acompañar a tu abuela a regresar, no fue que quisiera secuestrarla.-
Senda se mantenía en silencio , no sabía si lo estaba escuchando, pero, tenía una cara muy mala.
¡La frialdad del aire de su alrededores podía congelar a la gente!
Aunque Vicente ya había experimentado muchas cosas y había visto a muchos tipos de personas, no se atrevía a mirar a sus ojos llenos de frialdad.
-Senda, la verdad es así. Me siento culpable por tu abuela, pero de verdad no le hice daño. Después de acompañarle a la estación, nos separamos.-
-Inesperadamente, pronto, sucedió ...-
La voz del anciano era un poco ronca, si se escuchara con atención, y se podía escuchar un rastro de sollozo.
Senda vio y escuchó todo esto, pero sus miradas no cambiaron nada.
-¿Viniste a decirme esto, solo para que yo deje el Grupo López en paz?- Resopló con frialdad.
Este joven era realmente terco.copy right hot novel pub