Capítulo treinta y siete
Canto a todo pulmón la canción sonando por todo el lugar, después de todo estoy sola.
¿Dónde está Kurt?
Ni yo lo sé, él simplemente desapareció y desde entonces he estado bebiendo sola y a tope.
Creo que estoy borracha, es eso o es que estoy expresando mis emociones a flor de piel.
Veo en dirección a Amir quien está sentado en un sillón como un jodido Dios, sus ojos me escanean divertido y muerde sus labios.
Estoy segura que él tiene algo que ver con la desaparición de Kurt.
A mí no me engaña.
Irina, si no sales de esta jodida silla no vas a hacer nada y él solo terminará burlándose en tu cara.
Siento mi cara caliente y palmero mis mejillas, me levanto y con valor me acerco a la pista, miro a la gente a mi alrededor bailando y alzando sus manos, muevo mis caderas y mi cuerpo instintivamente reacciona al movimiento, sigo mis pasos mal hechos, pero la verdad es que ahorita poco me importa.
El alcohol hace a la gente perder la pena.
Unas manos tocan mi cintura y miro por encima de mi hombro a un chico sumamente apuesto sonreírme, me giro para quedar cara a cara y muerdo mis labios escaneando su cuerpo de arriba abajo —Hola —su voz ronca suena por mis oídos y sonrío de lado.
Paso mi mano de su pecho hasta su abdomen —hola —lo atraigo hacia mí y este aprieta mi cintura.
Unos gorilas se posicionan detrás de él y lo hacen soltarme, este lucha y lo sacan fuera de mi alcance, giro a hacia Amir y este le da un sorbo al trago que tiene en su mano.
Con que así vas a jugar, eh.
Pues mira lo que haré.
Camino a la barra y me tiro una copa de whiskey de un tirón, trepo mis piernas y el reguetón pop de ahora empieza a sonar, me levanto de golpe y las personas me mira expectante a la situación, comienzo a moverme y desde abajo empiezo a escuchar a la gente que me apoya, río como tonta sintiendo lo caliente que está mi cuerpo.
Abro mis ojos que no sabía que había cerrado y dirijo mi mirada hacia el sillón de Amir, junto mis cejas al no verlo y empiezo a buscarlo por todo el lugar, unas manos me toman de las rodillas y caigo de lleno en un hombro, la vista de su espalda me deja anonada y miro como todo da vueltas.
El desconocido me baja y la suave brisa de la ciudad pega en mi rostro, cierro mis ojos y aspiro ese delicado aroma a manzanillas mezclado con su colonia, coloca una de sus manos en mi cachete izquierdo y alzo la mirada encontrándome con dos Amir.
—¿Cuál es real y cuál no? —extiendo mi mano y doy con su rostro, enfoco mi mirada y me acerco a él, su aliento choca en mi nariz y siento el vivo alcohol salir de esta.
¿Estás tan borracho como yo, uh?
Su bonito auto se parquea y un chico vestido de una forma muy peculiar le entrega las llaves, él saca su billetera y le da un par de dólares, dice algo que no logro escuchar y abre la puerta de copiloto.
¿Qué modelo de auto será?
—Es un Lamborghini. Vamos, entra —niego y me cruzo de brazos.
—Vine con Kurt y me voy con Kurt.
—Él se fue, yo lo vi.
Suspiro —No sé por qué siento que tuviste algo que ver.
—¿Y si te dijera que sí?, ¿qué harías?
Levanto mi dedo índice y trago fuerte —Primero que todo… Si me entero que golpeaste a Kurt voy a estampar mi bonito puño en tu nariz —me tambaleo de un lado a otro y él me sostiene por la cintura antes de que me caiga, miró sus ojos azules más brillosos de lo normal y sus labios húmedos me llaman a lo prohibido —madre mía, las tentaciones —cierro mis ojos y bufo.copy right hot novel pub