Narra Daniel
El trabajo me estaba pateando el trasero. Mi vida personal también lo era. Tuve reunión tras reunión, vuelos de ciudad en ciudad. Después de una mala inversión mi empresa estaba en una situación dificil económica, pero he estado trabajando arduamente para salir adelante, aunque en ocasiones mi concentración jugaba en mi contra. No podía evitar pensar en ella. Dejar ir a Amelia ha sido difícil. Estos meses sin ella me he sentido vacío y perdido. Lo único que puedo hacer es trabajar y mantener mi mente ocupada. No quería pensar en las cosas que ella posiblemente estaba haciendo, quizás estaba formando nuevas amistades, asistiendo a fiestas o conociendo algún chico. Y además de eso, no he tenido noticias de mi padre, no volvió a contactarse conmigo, todo ha estado en silencio, todavía seguía prófugo.
Hubo un golpe en mi puerta y llamé a la persona para que entrara. Carolina ingresó trotando con una carpeta manila en la mano.
—Tengo su contrato para Mendoza listo para funcionar—anunció, acercándose a mi escritorio y colocándolo encima del papeleo apilado—.¿Quiere que saque a algunos de los demás de su camino?—ella miró varios de los papeles firmados esparcidos por mi escritorio.
—Sí, por favor, pero asegúrate de revisarlos por mí, ¿quieres? Mis malditos ojos están comenzando a cruzarse con este nuevo trato —dije—ella se río, tomando algunos de los papeles—.Por supuesto Jefe. Y las nuevas ofertas son algo bueno.
—Estoy de acuerdo. Oh, antes de que te vayas, ¿puedes limpiar mi agenda para el resto del día? Tengo que reunirme con alguien en dos horas, pero no estoy seguro de cuánto tiempo estaré con él.
— Claro que si ¿Le gustaría que todo se llevara a cabo mañana, a la misma hora?
—No.copy right hot novel pub