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Esposa falsa de Simón

Capítulo 103: Recuerda este momento

Frida cayó en sus brazos inmóvil, el efecto de la droga había matado su última pizca de conciencia y fuerza.

Los movimientos de Simón para desabotonarse eran muy similares a una máquina con muchos años de antigüedad, muy torpes.

Frida solo se quedó mirando en silencio con los ojos entreabiertos.

La respiración de los dos aceleró.

Después de quitar el último botón, Simón se levantó repentinamente de la silla de ruedas sosteniendo a Frida.

La confundida Frida ni siquiera se molestó en saber por qué una persona discapacitada de repente se levantaba de la silla de ruedas.

La llevó paso a paso hasta la cama grande del dormitorio y la colocó en la cama blanda.

Su cabeza tocó la almohada suave. Luego un cuerpo pesado y caliente se echó encima de ella. El aura fuerte del hombre la rodeaba y sus grandes manos calientes estaban sujetando su cintura.

-Te preguntaré por última vez, ¿realmente te lo has pensado bien?-

Frida no dijo nada.

-¿No te arrepientes?-

Parecía que estaba hablando solo, pero Simón insistió en preguntárselo.

Entrecerró los ojos y se acercó a ella. Sus labios finos rozaron sobre su labio superior, y le preguntó en voz baja, -¿Sabes quién soy? Si no puedes decirlo, no te ayudaré.-

¿Frida seguía sin decir nada?

-¿Eh?- Simón la levantó y con destreza le desabrochó los botones de la espalda, -¿Quién soy?-

-Mmm...- Frida abrió los ojos con dificultad y miró a la persona frente a ella.

Al principio veía dobles, pero luego se superpusieron lentamente, y con solo una mirada...

Simón la escuchó susurrar, -Si... Simón...-

Entonces se quedó satisfecho. Sonriendo besó su labio superior, -Buena chica.-

Finalmente dejó hacer eso de tentarla y no complacerla.

Era como un escalador, esquivando todos los obstáculos con flexibilidad y acercándose a la cima de la montaña a gran velocidad.

Cuando finalmente llegó a su destino, Frida solo sintió un dolor que venía de alguna parte, lo que la hizo consciente durante unos dos segundos y abrió los ojos bien grandes.

En ese momento, los ojos de Simón estaban llenos de luz, como si miles de estrellas estaban iluminando en sus ojos.

Frida estaba estupefacta, sus hermosos ojos se abrieron más grandes para mirarlo fijamente.

Sus finos labios tocaron sus ojos.copy right hot novel pub

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