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Esposa falsa de Simón

Capítulo 104: ¡No me toques!

Frida se paró frente al espejo, mirándose en el espejo con incredulidad.

No sabía desde cuándo había tantas densas marcas de color púrpura en su cuello blanco.

Frida había visto ese tipo de marcas antes.

Sin embargo, solo lo había visto una vez.

Fue en esa noche lluviosa, cuando acababa de divorciarse con Kevin. Un desconocido le quitó la virginidad y huyó a casa muy asustada para ducharse desesperadamente. En ese momento, encontró muchos chupetones en su cuello.

Como ahora mismo...

Frida se quedó embobada durante casi diez segundos antes de volver a sus sentidos. Entonces su rostro de repente palideció, bajó la cabeza y extendió la mano para levantarse la ropa.

Efectivamente, esas marcas no solo estaban en su cuello, sino que por todo su cuerpo.

Frida se estrelló contra la puerta que estaba detrás ella atemorizada.

Sí, cómo se le había olvidado que...

Encendieron el incienso drogado anoche en la habitación, pero... Nico le hizo beber la droga también.

Estaba tan preocupada por si a Simón le afectaba la droga y cuáles serían las consecuencias en caso de que sí, pero olvidó por completo el hecho de que le habían hecho beber la droga antes. Y en cuanto a la memoria de después, no lo podía recordar en absoluto. Sin embargo, yacía allí sana y salva con tantas marcas en su cuerpo.

Simón tenía disfunción eréctil, así que no tenía esa habilidad.

¿Qué demostraba eso?

¿¿¿Qué demostraba???

Frida no pudo evitar temblar y cayó al suelo débilmente.

Dios realmente le había tomado el pelo.

-Señora Freixa, ¿qué le pasa?- Al verla de repente sentada en el suelo, Melba estaba tan asustada que dejó las cosas que tenía en mano y corrió hacia ella para levantarla.

Frida regresó a la cama con su ayuda y luego de acostarse, su cabeza empezó a sentir confusión. Pero de repente recordó algo importante y rápidamente agarró la mano de Melba.

-¡Melba, Melba!-

-Estoy aquí, señora Freixa, ¿qué le ocurre?-

-¡¡Llama a un médico por mí!!-

-¡Está bien! Está bien, te ayudaré a llamar al médico de inmediato.- Al ver su cara repentinamente pálida, Melba estaba tan asustada que no se atrevió a preguntar más, solo se apresuró a salir de la habitación para llamar al médico.

El médico vino corriendo por su llamamiento. Después de entrar, mostró una sonrisa porque vio que Frida estaba despierta, pero Frida, tumbada allí con los ojos muy abiertos, lo agarró por el cuello.

Tenía algo que decir.copy right hot novel pub

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