Así lo dijo Sofía, Carmen respondió y le sonrió a Frida, -Señora Frida, por favor cuida a nuestra Señorita Sofía.-

Frida asintió con la cabeza, -Es mi placer.-

Carmen se volvió y las dos salieron juntos.

-¿Condujiste aquí? Te llevaré directamente al hospital.-

Después de que Frida ayudó a Sofía a subir al auto, sacó su teléfono celular y buscó el hospital más cercano, luego de terminar el GPS, tomó la llave del auto de Sofía.

El coche entró oficialmente en el camino de entrada y Sofía estaba sentada en el asiento del pasajero, pero la expresión de su cara no era buena.

-Frida...-, ella dijo.

Frida miraba el camino de entrada con seriedad, y cuando la escuchó llamándose, volvió la cabeza y la miró, -¿Qué te pasa? ¿estás incómoda?-

-Soportalo un momentito, llegamos al hospital pronto.-

Sofía era diferente a lo que pensaba, miraba la cara de Frida con melancolía, recordaba la escena en el restaurante hace un momento, y no podía evitar preguntar, -Tú en el futuro...-

-¿Qué?-

-Olvídalo, no es nada.- Sofía bajó la mirada, este encuentro debería ser un accidente, ella lo ha resquebrajado, no debería ser difícil que se reencuentren la próxima vez.

Mientras no se encontraron, a Sofía no le importó nada, se consolaba así en su corazón.

Frida pensó que tenía un dolor incómodo, pero cuando el semáforo estaba rojo, deliberadamente se acercó para abrazarla y consolarla suavemente.-No te pongas nerviosa, te enviaré al hospital lo antes posible y el médico te tratará la herida.-

Sofía miró las manos, sintiéndose muy incómoda.

Frida ni siquiera sabía que le había robado la identidad de Sofía, y seguía siendo buena con ella, el sincero cuidado hizo que Sofía se disgustara repentinamente, y antes de que pudiera reaccionar, soltó la mano de Frida.

-¿De qué estás hablando? ¡No sabes nada en absoluto!-

Frida se sorprendió por la repentina rabia, miró fijamente a Sofía frente a ella sin comprender lo que había sucedido.

Los ojos de Sofía se sonrojaron y las lágrimas cayeron, se mordió el labio inferior y repetía, -¡No sabes nada, no entiendes nada!-

-Lo siento, Sofía, no puedo acompañarte a entenderte esta vez, pero sé que estás incómoda que te quemó, No estés triste, cuando trates la herida esta vez, te acompañaré a la tienda de postres , ¿qué te parece?-

Sofía estaba aún más enojada, se sentía culpable y cuanto más amigable era Frida con ella, más probable era que Sofía se resistiera.copy right hot novel pub