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Esposa falsa de Simón

Capítulo 136: No podía contenerse

Frida siguió a Simón Freixa hasta la sala de reuniones con el mal humor.

Óliver también estaba entre ellos. Cuando sus ojos se encontraron con Frida, le mostró una sonrisa gentil y amable. Aunque Frida estaba de mal humor, todavía no pudo resistir este tipo de sonrisa como una brisa primaveral. Las quejas en su corazón fueron un poco menores, le devolvió la sonrisa a Óliver.

Estas pequeñas interacciones, naturalmente cayeron en el fondo de los ojos de Simón.

Por eso el aliento helado en su cuerpo había crecido un poco.

Diego y Carmen habían llegado, y Óliver, el vicepresidente, los saludó personalmente, por lo que cuando Frida vio a Óliver, naturalmente pudo ver a Diego y Carmen sentados a su lado.

Al igual que ayer, Diego todavía estaba sentada allí fríamente, como si no pudiera ver a nadie en sus ojos.

Miró la información que tenía frente a él, hasta que Frida miró, parecía ser consciente de ella, levantó los ojos y tocó a Frida, y le saludó a Frida.

Frida también lesaludó a él, y luego asintió con la cabeza hacia Carmen.

El aire frío que emanaba del cuerpo de Simón ahora agregaba un toque de hostilidad.

¡Qué mujer tan popular!

La gente la saludaba donde quiera que fuera, y debió estar orgullosa en su corazón.

Después de sentarse, las delgadas yemas de los dedos de Simón tocaron la mesa, -Café.-

Frida asintió con la cabeza, -Me prepararé.-

Después de hablar, salió. Preparó el café en toda la sala de conferencias y no había nadie que la ayudara. Frida estaba cansada.

Cuando entró en la sala de reuniones con una gran bandeja de café, la reunión de todos ya había comenzado. Alguien en la sala de reuniones estaba dando un discurso. Frida no podía hacer ningún ruido, y gentilmente puso una taza de café frente a los directores, accionistas y gerentes.

Al ver que estaba realmente cansada, Óliver le dio un apoyo cuando se acercó. Frida lo miró con gratitud, y luego se acercó y le entregó una taza de café a Diego.

Diego miró esas manos blancas y lisas con dedos delgados, cada raíz como jade blanco.

En su memoria, cuando él era muy pequeño, su madre también tenía esas manos, pasando el libro, página por página frente a él y contándole incansablemente varias historias.

Finalmente, se tocó la cabeza con estas manos, con voz suave.

-Diego, si tienes la oportunidad de encontrar a tu hermana, debes tratarla bien.-

Después de la muerte de su madre, se podía decir que Diego vivía y trabajaba duro con este objetivo de la vida.

Hace dos años, finalmente encontró a la hermana legendaria que había estado separada desde la infancia, pero ..copy right hot novel pub

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