Frida asintió, -¿Hay algún problema?-
Mientras hacía esa pregunta, Frida miraba a Simón fijamente, tratando de encontrar alguna emoción diferente en él.
Pero por primera vez, Simón no la miró directamente a los ojos, sino que desvió su mirada hacia otros lugares y dijo con frialdad, -No.-
-Vale, entonces seguiré pidiendo permiso hoy. Voy a salir primero.-
Dicho eso, Frida tomó directamente su bolso y salió por la puerta.
-Detente.- Simón la detuvo de repente.
Frida detuvo sus pasos. Por su parte, Simón no se había dado cuenta de que la chica que le daba la espalda no tenía ningún rastro de sonrisa en su cara, era totalmente diferente a cuando estaba delante de él.
-¿Estás segura de que solo vas a buscar a ella? ¿Y a nadie más?-
Al escuchar eso, Frida volvió la cabeza y sonrió a Simón.
-¿Acaso crees que voy a quedar con otros hombres a tus espaldas?-
Simón frunció el ceño con disgusto y la miró fijamente con sus ojos perspicaces.
-No te preocupes, no tengo ese tipo de aficiones. Además, incluso si realmente quedara con un hombre, no iba a hacerlo tan evidentemente en tu presencia.-
Habiendo dicho eso, Frida salió directamente de la habitación.
Mirando su espalda, Simón no sabía por qué tenía la sensación de que iba a perder algo importante.
Esa sensación lo tomó por desprevenido.
Al bajar las escaleras, Frida se encontró con Óliver que estaba a punto de salir.
Cuando las miradas de los dos se encontraron en el aire, un destello de sorpresa brilló en los ojos de Óliver, pero rápidamente se convirtió en dudas. ¿Por qué de repente se vistió así cuando normalmente era una chica sencilla?
Antes de que pudiera reaccionar, sus pasos ya se habían movido hacia ella.
-Frida, ¿vas a salir?-
Él preguntó.
Frida asintió, -Sí. Buenos días, Óliver.-
Llamarlo por Óliver hizo que los ojos de Óliver se apagaran. Después de un rato, sonrió como si hubiera comprendido algo, -Buenos días, te has puesto muy guapa, ¿vas a ver a alguien importante?-
-No, solo voy de compras con una amiga.-
-¿Necesitas que te lleve de paso?- Óliver levantó la llave que había en su mano, -Justo voy a salir ahora.-
Frida originalmente quería rechazarlo directamente, pero cuando levantó la cabeza, por el rabillo de sus ojos pareció ver una figura familiar. Entonces Frida hizo una pausa para pensar, y luego asintió, -Vale.-
Óliver se dio cuenta de su reacción y sonrió, -Vámonos entonces.copy right hot novel pub