Entonces su hermana realmente desapareció.
Pero no podía depender de esta marca de nacimiento para encontrarla, no pudo cumplir lo que prometió a su madre.
Todo lo que su madre deseaba antes de morir era encontrar a esta hermana.
Lo encontró más tarde y llevó a Sofía a la tumba de su madre, pero siempre hubo algo que no encajaba.
No fue hasta que conoció a Frida que supo lo que estaba mal.
Tal vez se equivocó de persona para empezar, Sofía no era la hermana que buscaba, la persona que buscaba era la que tenía delante.
Frida.
Aunque todavía no había suficientes pruebas para estar seguro, aunque toda la investigación de información no había hecho el más mínimo progreso, sin embargo, su corazón estaba como loco asegurando que la persona frente a él era la hermana que había estado buscando todo este tiempo.
A veces se preguntaba si podía estar tan loco, con solo haberla visto una vez empezó a pedirle a Carmen que investigara su información y mirarla fijamente como un pervertido.
Sólo porque la sensación que le daba era como esa persona.
Pero aunque estuviera loco, a estas alturas Diego todavía no quería admitirlo, sentía que sólo quería terminar lo que su madre le había dejado y lo que había estado en su mente desde que era un niño.
Siempre había pasado el tiempo buscando a su hermana.
Durante más de veinte años, incluso después de encontrar a Sofía, sintió que no lo podía superar de verdad.
Aunque toda la información era correcta, pero tenía una sensación de no estar en lo correcto.
-Ya nada, no es nada- Diego apretó sus finos labios, finalmente absteniéndose de preguntar.
¿Y si se asustaba después de preguntar? O tal vez Sofía llegase a enterarse y quedara en alerta.
Frida se quedó sin palabras, ella no es que no entendía la expresión de indecisión de Diego en su cara y del dolor profundo grabado en el fondo de sus ojos, ese tipo de sentimientos que toda su persona emanaba era particularmente complicado, que incluso ella sentada allí pudo sentirlo.
En un principio pensó que él le preguntaría, pero no esperaba que se abstuviese en decirlo.
Frida estaba demasiada curiosa, ¿qué clase de pregunta era tan difícil de decir para él? La curiosidad de Frida había sido completamente despertada por él en este momento y sólo pudo responder -Señor Diego, ¿hay algún... inconveniente?-
Ante sus palabras, los ojos de Diego se posaron en su rostro, mirando entre sus cejas mientras finalmente sonreía con amargura -No es nada, este asunto... es mejor hablarlo otro momento.-
Frida -...-
Parecía que hoy ella no obtendría respuesta.
Frida no lo pensó mucho y sólo pudo asentir -De acuerdo.-
La comida se fue sirviendo poco a poco, pero Diego no tenía apetito para comer, sólo levantó la mano para mirar la hora del reloj y luego dijo -Tengo asuntos importantes que atender en la empresa.copy right hot novel pub