-Que no tengamos clientes ahora, no significa que no los vayamos a tener en el futuro. - Xenia terminó su respuesta y dejó de mirarle.
Un bolígrafo negro giró en los dedos de Xenia, por lo que Felix volvió a mirar sus dedos.
Sus manos eran esbeltas y recortadas, con diez limpias puntas de dedos. Sus uñas estaban muy bien cuidadas, a diferencia de las mujeres que Felix conocía, que llevaban esmalte. No había color en los dedos de Xenia, eran unos delicados dedos de una adolescente.
-Os he pedido que vengáis a la reunión de hoy con dos propósitos, uno es mostraros esta información y el otro es que quiero ver vuestra actitud. - Dicho esto, Xenia dejó el boli.
-Independientemente de la razón por la que habéis venido hoy a esta sala de reuniones, me alegro de que hayáis estado dispuestos a venir, y os doy las gracias. -
-Bueno, seguimos. -
*
-¿Esa mujer tiene clara la situación actual o no? La empresa acaba de crearse y tiene que reunirse, ¿tiene realmente lo que hay que tener para ser nuestra jefa? Viéndola así, siempre siento que nuestra empresa quebrará y se hundirá pronto. ¿Qué tal si buscamos…? -
Las pocas personas que no fueron a la reunión se sentaron juntas, y Maya miró con dudas a Isidora y le susurró.
Isidora se burló y miró a Maya con impaciencia, -Maya, no fui a la sala de reuniones porque me dolía el estómago y no quería ir, ¿qué tiene que ver con Xenia? No especules alocadamente aquí. -
La cara de Isidora estaba un poco pálida y su frente aún tenía algo de sudor frío, parecía que no se sentía bien.
Y en ese momento, Ernesto se apresuró a llevar un vaso de agua tibia al frente de Isidora, -Isidora, deberías beber un poco de agua primero. -
Isidora vio el vaso de agua y estiró la mano y lo derribó directamente.
-¿No puedes entender el lenguaje humano? Me duele el estómago, ¿el agua caliente puede curarlo? -
El agua se derramó sobre la mesa, mojando el teclado colocado sobre ella. La expresión de Maya cambió, pensando que ese Isidora era realmente tan impulsiva como había oído, e incluso enfadándose fácilmente por la más mínima cosa.
Ernesto también se sorprendió por la acción de Isidora, pero aun así se apresuró a sacar una toalla de papel para limpiar el teclado y el agua de la mesa, mientras decía con cuidado, -Isidora, no te enfades, déjame limpiar el agua primero para evitar que se te moje la manga. -
El agua estaba a punto de extenderse junto a la manga de Isidora, Ernesto cogió apresuradamente unas toallas de papel y trató de limpiar el agua de su mano.copy right hot novel pub