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Esposa falsa de Simón

Capítulo42: Se turbó el plan por sí misma.

Frida salió de la habitación corriendo con tanta prisa que no tenía tiempo para ir calzado, le encontró a aquella sirvienta,-Hola.-

La chica enfrentó a la sirvienta con actitud tímida por el motivo que entendió claramente que en la familia Freixa incluso la sirvienta le despreció. Y no sabía si podía recuperar el botón.

Al principio estaba dispuesta a recibir la burla de ella sin que pensara que la sirvienta retrocediera un paso cambiándose la cara cuando le vio, y le saludó atentamente-Dama.-

El fenómeno le suspendió a Frida, ¿qué hubo pasado?

-Dama, ¿en qué puedo ayudarle?-

Tras la suspensión, asintió con la cabeza. A pesar de que no comprendió la razón del cambio de actitud, pero eso no tenía la importancia en el presente. Lo más importante era encontrar el botón.

Entonces, Frida le preguntó-Acabo de verte que has arreglado la habitación, ¿si has recogido un botón?-

Y la sirvienta recordó de repente-Sí, ¿lo que señala Dama es el botón de color oro? creo que el es del señor Simón.-

-¡No!-Frida reaccionó violentamente,-Es de mí, ¿dónde está el botón?-

-Uf.-La sirvienta se inmutó el rostro ligeramente y dio las palabras-Lo siento, Dama. Sospecho que aquel botón pertenece al señor Simón, pues yo pido a Lluvisa Sandoval que lo afirme.

Frida estaba tan asustada como si la corazón saltara afuera de la garganta, y su expresión se volvió hosca-El señor Simón todavía no regresa, ¿no? ¿A dónde váis a preguntarlo?

-Sí, Dama, ya llega la hora de yo salir del trabajo. Esta noche a Lluvisa le toca la vigilia, por eso le entrego el botón para que pregunte al señor Simón hasta que él regrese a casa. Dama, si aquel botón es su cosa, voy a traértelo.

Frida apenas se murió de tensión porque se preocupó mucho de que aquella sirvienta llamada Lluvisa encontrara a Simón con el botón directamente. Se decidió a tomarlo sí misma por seguridad.

-No hace falta, dime dónde está Lluvisa, puedo ir yo misma.-

La sirvienta le notó la pesadumbre, por eso le dijo con mucha prudencia-Pues le conduzco el paso.

-Bien.

Siguiendo a la sirvienta, Frida se enteró de que hubo salido Lluvisa.

Al saber la noticia, la cara se volvió peor y eso asustó mucho a la pobre sirvienta, la cual le contó temblando-Dama... lo siento muchísimo. No sé el botón pretenecido a usted. Si yo lo supiera, se lo devolvería absolutamente en vez de entregarlo a Lluvisa.-

-Te has cruzado conmigo, ¿no? ¡Soy esposa suya! En lugar de entregármelo, lo has dado a los demás.-Realmente Frida estaba furiosa, porque un momento antes la sirvienta se encontró con ella, y sabía claramente que ella vivía en la habitación, ¿por qué no podía darle el botón directamente?

Apenas soportó reprocharla.copy right hot novel pub

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