Simón no quería dejarla libre. Le agarró la mano, mientras le preguntó, -¿Querías tocar mis orejas? Pues, adelante-
¿Xenia cómo se atrevió a hacerlo? Si lo hiciera, pagaría un gran precio, Simón la agotaría en la cama.
Ella todavía no se recuperó de tantos sexos con él, así que no podría aguantar ni una vez más.
Pensando en esto, se sintió vergonzosa y trató de librarse de su mano grande, diciendo, -El exceso de sexo no es bueno, creo que es mejor olvidarlo...-
Quería decir algo más, pero fue interrumpida por Simón, quien le agarró la mano y la jaló hacia su propia oreja. De este modo, la pobre Xenía tocó la oreja de Simón por ser forzada.
Xenia se quedó congelada en su sitio, con los ojos mirando fijamente a Simón que tenía delante.
¿Es este hombre un bandido?
-La has tocado, ¿crees que se puede olvidarlo?-
Al terminar decir eso, Simón se lanzó a Xenia, sus finos y fríos labios se posaron en la nuca de ella, y su aliento se volvió gradualmente caliente.
-Con todos estos problemas resueltos, ahora deberías confiar en mí , ¿no?-
Xenia se detuvo por un momento, y rodeó inconscientemente el cuello de Simón con su mano mientras susurraba, -En realidad ...-
-¿Qué?-
Dudó por mucho tiempo, y al final, en vez de contarle la verdad le respondió,
-Pues, nada-
-¿Qué pasa?- La reacción anormal hizo que Simón se preocupara, y cuando acordó que ella tenía lágrimas en su mejila en la noche anterior, él se sintió aún ansioso. Así, su deseo se desvaneció mucho.
Dio un paso atrás y la miró fijamente a los ojos.
-Si tienes algo que decir, dímelo-.
Xenia movió la cabeza negativamente, -De verdad, no es nada, solo estaba aturdida-
En realidad, iba a decir que le había creído hace mucho tiempo, pero luego le pareció sin sentido hablar de ello al llegar a esta situación actual, así que no quiso repetirlo.
Tras un momento de silencio, añadió, -Confío en ti-
Los ojos oscuros de Simón la miraban fijamente, como si él estuviera preocupado por algo.
-Entonces, anoche ...-
-¿Qué pasó anoche?-
Al ver que su expresión era muy natural y su actuación era muy satisfecha en la mañana, Simón creyó que había pensado demasiado.
¿Era porque ella le importaba tanto que le hizo sentirse insegurado?
En el comercio, él podía leer la situación, pero frente a la mujer que amaba, Simón parecía un tonto total en comprenderla.
La mente de una mujer era demasiado complicada.
Simón respiró profundamente y la estrechó entre sus brazos, mientras le dijo con voz baja, -Nada, nada-
Acurrucándose en sus brazos, Xenia parpadeó y le preguntó, -El vuelo de regreso, ¿lo has comprado?-
-Todavía no-
-¿No piensas volver?- Xenia levantó la cabeza, con sus hermosas cejas fruncidas, le siguió preguntando, -Si no vuelves, ¿no será tu empresa un caos?-
-Rafael se encarga de dirigir la empresa, no pasará nada-
-Pero .copy right hot novel pub