Y Simón había comprado los regalos y la esperaba en casa, y ella…
El pensamiento de este hecho hizo que el corazón de Xenia comenzara a sentirse duro. Reflexionó sobre si debía decirle la verdad a Simón cuando lo viera más tarde.
Pero si le dijera la verdad a Simón, según su carácter, ¿perdería repentinamente los nervios e ignoraría a Xenia?
A Xenia le dolía la cabeza y se presionaba la frente con mucha dificultad.
-Fue tu novio quien te llamó, ¿no?- El conductor lanzó una mirada a Xenia, con la intención de decirle unas palabras.
Xenia tenía poca energía y se limitó a asentir.
-Tu novio todavía se preocupa por ti, pero no hay una buena solución para el atasco.-
-Así es.-
Como Xenia no tenía ánimos de hablar con él, el conductor se calló tras un par de palabras. Poco a poco, su coche avanzaba, y Xenia estaba muy ansiosa, pero no podía hacer nada al respecto, así que cerró los ojos y descansó.
No sé cuánto tiempo tardó, pero se quedó dormida. Sólo se despertó cuando el conductor le habló de repente.
-Ya casi llegamos.-
Xenia miró por la ventanilla del coche y se dio cuenta de que los edificios que la rodeaban le resultaban familiares. Se frotó los ojos y se dio cuenta de que empezaba a oscurecer mientras el coche avanzaba suavemente, acercándose poco a poco al piso.
Xenia vio una figura alta y atractiva de pie frente al piso, su forma erguida llamaba mucho la atención.
Simón estaba de pie no muy lejos de la entrada, con su sombra alargada por las farolas, la luz amarillenta cayendo sobre su cuerpo como si le diera un toque dorado, suavizando la silueta de Simón.
Xenia observó la escena y sintió unas repentinas ganas de llorar.
Pero se contuvo. Cuando el coche se detuvo, abrió la puerta y se dirigió hacia Simón.
Al oír su voz, Simón levantó su bello rostro y miró hacia ella.copy right hot novel pub