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Esposa falsa de Simón

Capítulo 710: ¿Incluso tú me quieres detener?

Naomí negó con la cabeza, -Dije que…

-Naomí, si todavía me consideras una amiga, no vuelvas a hacer esto para retrasarme y detenerme.

Su voz y sus ojos se volvieron repentinamente fríos. Naomí solía ser una empleada de la compañía de Simón, y los ojos de Xenia en ese momento eran simplemente iguales a los de él.

Se sintió un poco impotente, pero pensando en el accidente de vuelo de Simón, tuvo que seguir explicando, -¿Cómo no voy a considerarte una amiga? Es porque eres mi amiga que no puedo dejarte salir así. Xenia, no tengas prisa, ¿vale? Déjame maquillarte, eres la novia.

El rostro de Xenia era sombrío.

-¿Lo es? ¿Soy realmente la novia en una boda sin novio?

-¿Pasa algo? -preguntó Xenia.

Sus ojos eran duros como cuchillos. Naomí siempre había sabido que algunos de los comportamientos de Xenia y Simón eran similares, pero nunca había pensado que estos dos pudieran ser tan parecidos.

Tenía la misma mirada en sus ojos que la de Simón.

Bajó los hombros tímidamente y negó con la cabeza, -No, no pasó nada…Pero…-

-Basta ya. -Xenia respiró profundamente para calmarse, -No te obligaré, pero te lo diré por última vez, si no me dejas pasar, me enfadaré.-

Naomí levantó la cabeza y miró a Xenia con aprensión.

-Xenia…-

Xenia parecía muy fría.

Basándose en la expresión y en los ojos de Xenia, Naomí sabía que esto no era negociable, y si no lo dejaba pasar, puede que ni siquiera tuvieran que ser amigas.

Naomí tuvo que retirarse lentamente hacia un lado.

Finalmente…

Xenia salió con la falda en la mano cuando un hombre alto la detuvo.

-¿Diego?-

Diego la miró sombríamente, con una expresión fría.

-No salgas.-

Xenia, -¿Incluso tú me quieres detener?-

Diego no respondió y Xenia sonrió amargamente, -Es mi boda, ¿por qué no me dejas salir? ¿Puedes decirme por qué?-

Diego y Naomí tenían expresiones complicadas, pero ninguno de ellos respondió a la pregunta.

Xenia se inquietó aún más, irrumpió con fuerza y dijo, -Si no queréis hablar de ello, entonces saldré yo sola, Simón llegará pronto, si no puede verme…-

La mano que llevaba la falda fue apretada bruscamente por Diego.

Xenia quería irse, pero no podía moverse.

-Suéltame.-

-No te vayas.-

El tono de Diego se volvió gradualmente sombrío.

Naomí también notó la diferencia en el tono de Diego, e inconscientemente encogió los hombros, con lágrimas en los ojos.

-¿Por qué? Por favor, dame una razón para detenerme. -

Diego se dio la vuelta y miró fríamente a Xenia.copy right hot novel pub

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