Simón regresó tarde a la empresa. En cuanto pasó por la secretaría, escuchó repentinamente una voz en el interior.
Escuchaba con atención y reconoció la voz de su asistente.
“¿Grita con tanta prisa? ¿Qué sucede?” sospechó él.
Simón frunció el ceño, levantó la mano y de paso abrió la puerta.
Mirando a su alrededor, solo había Xenia que estaba acostada en el sofá. Fue la que emitió la voz en ese momento.
Simón caminó fuera de control hacia ella. Incluso él mismo no sabía por qué era así.
Cuando acudió a ella, Simón vio las cejas delicadas de Xenia cerradas con fuerza. Su frente blanca estaba cubierta de sudor frío, empapando algunos mechones de cabello negro. Los labios rosados se cerraron y se abrieron en el aire con expresión dolorosa.
“¿Una pesadilla?” él adivinó.
Simón movió las yemas de los dedos, se inclinó y apartó su cabello mojado.
-No. Vuelve ...
Xenia gritó de repente teniendo la pesadilla, sorprendiendo a Simón que estaba a su lado tan cerca. Vio que no estaba bien la tez con respiración cada vez más rápida. Finalmente se escapó las lágrimas las comisuras de sus ojos.
Simón había visto esa apariencia amarga.
Fue la primera vez.
Estaba así cuando lo vio ella por primera vez corriendo hacia él con ansiedad. Su expresión era exactamente la misma que ese momento cuando finalmente la llevaron.
Las lágrimas de cristal se deslizaron cayendo por los ojos sobre el sofá, como si cayese en el corazón de Simón.
Cuando sus cejas se fruncieron más y más, gritó y abrió los ojos la mujer que dormía en el sofá de repente.
Y él todavía estaba inclinado. Se miraban sin previo aviso.
Simón se quedó callado.
Frunció los labios finos y, a punto de ponerse de pie, la mujer estiró las manos y le abrazó el cuello con fuerza.
-¡Qué bien! Estás bien. Sé que no me dejarás sola ...
Quería salvarlo en la pesadilla en ese momento, pero no era capaz de acercarse a él. Solo podía verlo caer constantemente. Aunque estaba nerviosa, no podía hacer nada.
Finalmente, la primera vez que abrió los ojos, vio a Simón vivo, parado frente a ella, por lo tanto, Xenia lo abrazó por reflejo condicionado.
Tenía una sensación de preciosidad que perdió y recuperó.
A pesar de lo cual, Simón, que fue abrazado por ella, tenía pensamiento diferente de lo que pensaba ella.
Frunció el ceño cada vez más mientras escuchaba los susurros constantes de su boca.copy right hot novel pub