Xenia no pudo evitar echarle una mirada de reojo y añadió tras pensarlo un momento, -Yo le dijo que se fuera hoy y no hiciera el traspaso, así que ahora hay muchas cosas sobre la empresa.
-Ya veo -Simón volvió a responder-. Tómate tu tiempo con el trabajo. No te canses demasiado. Y no olvides que ahora estás embarazada.
Xenia finalmente no pudo evitar preguntarle, -¿No me preguntas por qué lo dejó? ¿Y por qué la dejé ir?
No respondió a su pregunta. Pero cuando el semáforo se puso en rojo más adelante, el coche se detuvo y Simón se inclinó repentinamente hacia ella.
La besó.
Xenia lo empujó inconscientemente, tratando de detenerlo.
Claramente, ella perdió.
-No lo quiero preguntar porque afectará la interacción emocional.
La luz roja había cambiado de color.
Simón siguió conduciendo con una expresión tranquila. Era tan tranquilo como si no hubiera pasado nada.
Xenia, en cambio, se había puesto roja. Porque cuando él se había inclinado para besarla, la ventanilla había quedado abierta y ella había visto a la persona del coche de enfrente presenciar el beso.
¡Qué vergüenza!
Xenia levantó la mano y tocó sus ardientes mejillas, relamiéndose los labios con frustración -No es esto la interacción emocional, ¿verdad?
Sin esperar la respuesta de Simón, Xenia dijo disgustada, -¿Qué interacción es esa? Es claramente una excusa para que te aproveches de mí.
-¿Aprovechar? -Simón entrecerró ligeramente los ojos y la miró sonriendo-. ¿No eres tú quien se diviertes? No me estoy aprovechando de ti.
-¡Simón Freixa!
-Sí.
-¡Cállate!
Ella gritó en su mente, “¡No me divierto!”
“¡Soy inocente! ¿Cómo es posible que me estoy divirtiendo? ¡Mentira!”
En cuanto se enfadó, la cara de Xenia volvió a enrojecer. Simón, el cabrón, que siempre la culpaba cada vez que intentaba aprovecharse de ella.copy right hot novel pub