Para el actual Simón, necesitaba mucha paciencia y fuerza para poder estar parado aquí, y para mantener su complexión sin cambios, así que cuando aceptó ir al jardín con Xenia, ella también pareció darse cuenta de algo, se acercó a él y lo tomó del brazo.
Lo tomó del brazo para sujetarlo, por miedo a que se cayera.
Al notar su ayuda, las cejas de Simón se fruncieron.
Resultó que ella se enteró.
Era solo que ella no reveló el verdadero estado de él.
No quería que ella volviera a ver su dolor de cabeza, simplemente no quería que ella se preocupara por eso, y ella obviamente se enteró de su idea, aceptó y consintió su acercamiento, y luego silenciosamente lo cambió a su manera.
Realmente ella era muy considerada.
Era la mujer de Simón Freixa.
Pensando en esto, Simón de repente se detuvo y dejó de caminar.
Xenia se sorprendió por un momento y de repente dijo, -¿Por qué no me esperas aquí y puedo ir yo sola? No te preocupes, volveré pronto.
Aunque deliberadamente cambió el tema, Simón probablemente estuviera tratando de soportar el dolor todo el tiempo. Si ella seguía con él aquí, entonces él no podría deshacerse del doloroso disfraz, tendría que fingir estar bien todo el tiempo.
En este momento, los pálidos labios de Simón crisparon, él bajó su cabeza y la miró.
-Sí, me siento un poco incómodo.
Los labios de Xenia se congelaron con una sonrisa forzada, y miró a Simón aturdidamente. No esperaba que de repente lo confesara. No supo cómo reaccionar por un tiempo, así que lo miró aturdidamente.
-¿Puedes no ir al jardín?
Él se inclinó y enterró la cara en el cuello de ella, oliendo el dulce aroma que le pertenecía, sintió que el dolor de cabeza alivió mucho. Xenia no esperaba que de repente confesara y le dijera que no fuera al jardín. Después de que ella reaccionó, solo pudo extender la mano y abrazarlo.
-Está bien, ya no voy, entonces, te acompañaré a la habitación para sentar un rato.
-Vale.
Finalmente, Simón entró a la habitación con su apoyo. Después de que Xenia le ayudó a sentarse, descubrió que su rostro aún estaba muy mal, por lo que se dio la vuelta, -Te voy a servir un vaso de agua.
Simón estaba con mucho dolor, levantó los ojos para mirar la figura de ella. Al ver que ella corría a toda prisa, no pudo evitar fruncir el ceño y quería decirle algo. La escena frente a él cambió de nuevo, y este hombretón se inclinó débilmente en el sofá.
Aunque Xenia tenía prisa, se mantuvo firme.copy right hot novel pub