Mateo casi se había recuperado y sería dado de alta dentro de un tiempo.
Por eso, Naomí no sintió ninguna tristeza por mencionar el incidente, así que le contó a Bernabé toda la historia.
Bernabé lo escuchó, y se le pusieron rojos los ojos. Tomó la mano de Naomí actuando como un bebé.
-Lo siento, Naomí. No sabía que tuvo un accidente. No comeré ninguna de las cosas que contiene. Debería dejárselas.
Oyéndolo, Naomí extendió su mano y pellizcó su nariz, -Por fin tienes conciencia.
Bernabé la abrazó del brazo a continuación y le preguntó en voz baja, -¿Entonces vamos al hospital a entregarle comida?-
-Sí -Naomí asintió con la cabeza-. Se la entregamos primero, y luego te llevaré a mi casa. Te cocinaré.
Bernabé estuvo de acuerdo y no habló más.
Poco después de llegar al hospital, Naomí salió del coche con Bernabé, sosteniendo un termo en una mano y al niño en la otra.
Aunque parecía joven, caminaba junto con Bernabé como si fuesen madre e hijo. Después de todo, no era extraña tener un hijo de edad juvenil esos años.
Fue solo que la apariencia de Bernabé era demasiado delicada, por lo que cuando la vieron, se sorprenderían de que pudiese dar a luz a un niño tan hermoso.
Pensándolo de nuevo, tal vez fuese guapo el padre del niño. ¿Podría ser que la heredó de él?
Sin embargo, eran solo chismes de transeúntes.
Si lo dijesen en realidad, Naomí se asustaría.
Pronto llegaron a la puerta de la sala del hospital. Le exhortó Naomí a Bernabé.
-No se permite que vayas por todas partes.
-No te preocupes, Naomí. Me portaré bien. Lo sabes.
Sí, ella supo que Bernabé había sido un niño particularmente bien educado siempre, que era más inteligente que los niños comunes, sin que los padres le preocupasen.
Empujando la puerta para abrirla, solamente se quedaba Mateo en la sala tranquilamente apoyado en la cama para leer el periódico. Naomí miró al baño inconscientemente y descubrió que la puerta estaba bien cerrada. Brisa debería estar dentro.
-Padre.
Naomí lo llamó.
-Naomí, aquí estás.
Mateo dejó el periódico y miró hacia arriba.
Como resultado, con esta mirada, se sorprendió directamente en su lugar, mirando fijamente al niño a su lado.
-Él, no es...
Estaba aturdido y fijó la mirada en ese rostro sin comprender.
“¿No es este el joven señor del Grupo Freixa? ¿Por qué está aquí?” él sospechaba.copy right hot novel pub