-¿No te vas a casa?
Bernabé parpadeó inocentemente, -Por favor, tía Naomí.
Jorge había aceptado que Bernabé pasara un tiempo con Naomí.
Últimamente estaba bastante feliz con su hija Raquel, aunque ésta seguía sin tratarle muy bien.
-Bien, puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras.
Naomí recogió la bolsa de equipaje de Bernabé y subió las escaleras.
Entonces se encontró con una vecina, que vivía al lado.
-Naomí, ¿es el hijo de tu amigo?
Naomí sacó una sonrisa, -Sí.
La vecina mayor vio la pequeña bolsa en la mano de Naomí.
-¿Qué es esto?
Naomí escondió la bolsa a su espalda, -Nada, por cierto, tu amiga te sigue esperando abajo.
Cristina se fue murmurando.
-Tía Naomí, ¿dirá algo malo de ti? -dijo Bernabé con cierta preocupación.
-No -a Naomí le daba igual lo que pensara la gente, si no, no habría sido amiga de Xenia cuando ésta fue el objetivo de todo el mundo en la empresa.
-Tía Naomí, creo que debo ir a casa -susurró Bernabé.
Naomí hizo una pausa y dijo, -No, quédate conmigo, no te importa lo que diga la gente.
Cuando terminó, Naomí le entregó una muda de ropa a Bernabé.
-Ve a ducharte, y después de cenar te quedas para la tele, ¿vale?
Bernabé no quería ver la televisión ni irse a la cama tan temprano, pero no podía discutirlo.
***
En pocos días todo el mundo en la ciudad vieja sabía que Naomí había traído un niño a casa.
Los padres de Naomí llevaban mucho tiempo viviendo aquí y conocían bien a muchos de los vecinos, manteniendo un educado ir y venir.
Todos de aquí conocían la situación familiar de los demás y la convertían en una conversación diaria.
Esta vez, sin embargo, según las palabras de aquellos ancianos, Naomí había sido abandonada por un hombre después de cinco años en el extranjero y había vuelto a casa con un hijo ilegítimo.
A Naomí le sorprendió estos cotilleos.
Simón y Jorge también estaban muy enfadados.copy right hot novel pub