-Está bien, tengo ayuda.
El restaurante tenía un estilo japonés y los faroles oscuros retro fueron muy envolventes.
Incluso el sabor de la comida parecía menos importante.
-La decoración es preciosa... -dijo Xenia a Naomí.
-Mamá, papá.
Xenia levantó la vista averiguando el origen de la voz.
Bernabé los miraba con una bandeja y en su ropa de trabajo. Claro, Xenia no estaba familiarizada con su hijo siendo así.
Pero miró al niño increíblemente encantador y quiso darle un gran abrazo al instante.
Finalmente resistió el impulso debido a la multitud que había en el restaurante.
-¿Qué te parece la ropa para Bernabé? -como amiga de Xenia desde hace muchos años, Naomí sabía lo emocionada que estaba la primera, y ella misma hizo muchas fotos a Bernabé cuando lo vio por primera vez vestido así.
No paró hasta que Bernabé no pudo más.
-¡Genial! -Xenia asintió con la cabeza repetidamente.
Bernabé se alejó con su bandeja y dijo, -Mamá, espérame aquí, voy a servir la comida.
-Vale, hijo -Xenia agitó la mano a su espalda-. Ten cuidado.
Cuando Bernabé terminó de servir la comida, las tres chicas de la mesa no pudieron controlarse ni un instante.
-¡Qué bonito! ¿Trabajas aquí?
-¿Puedo hacerme una foto contigo? Por favor.
Bernabé se negó amablemente, -No, lo siento, allí está mi madre.
-¡Qué pena! Me dijo que no, que me hubiera valido la pena hacerme una foto con él -gritó la chica.
Eran estudiantes, muy enérgicas y siempre bromistas.
Xenia pensó en los días en que ella y Sofía estaban en la escuela.
Habían sido muy amigas.
Ahora todo cambió.copy right hot novel pub