Afortunadamente, Xenia no tardó mucho en volver.
Al ver a Xenia, Naomí y Bernabé acudieron a ella muy rápido y se le acercaron.
-Xenia.
-Mamá.
Xenia no había pensado que los vería después de tranquilizarse en el baño, por eso, se asombró un poco.
Había supuesto que Naomí vendría aquí porque ella ya tenía este plan de venir. Pero Xenia se lo impidió.
Finalmente, Naomí vino de improviso.
Xenia le dijo,-Hoy es el primer día en el que la tienda empieza. ¿No hay problemas si vienes aquí directamente?
Naomí frunció el ceño sin decir nada.
-Xenia, no me menciones el comienzo de la tienda. Todo esto no importa ahora.
Xenia sonrió,-¿Por qué no importa? Normalmente no hay problemas si vienes aquí, pero hoy es…
-Ya. Puedo buscar otra si la tienda tiene problemas. Pero ahora estás sola y cómo es posible que yo no venga cuando esto ha pasado. Ya sabemos la situación de Simón. Te acompaño. Siéntate.
Naomí indicó las sillas alrededores y Xenia solo tuvo que asentir con la cabeza.
Los tres se sentaron.
Quizá por el período especial, Bernabé se comportó muy tranquilo. Excepto consolar a Xenia acariciándole el brazo, no dijo nada.
Rafael y Diego mantenían a pie a sus lados cuando los tres estaban en la silla. Y muy pronto se quedaron en silencio.
Ellas no sabían cuándo Simón se despertaría ni qué hacer, pero era imposible completamente que salieran ahora.
El tiempo transcurrió.
Gradualmente, parecía que la temperatura se puso más baja.
Naomí sintió un poco frío, pero no se atrevió a decirlo. Ahora lo que la hacía preocupar más era Xenia.
Al pensar que Xenia estaba embarazada, Naomí dijo,-Xenia, creo que podrías…
-No me digas nada, no volveré.
-Me has malentendido. Yo no quería aconsejarte regresar.copy right hot novel pub