De verdad, estaba bien así.
Que así fuera de ahora en adelante. Escondió el amor a Diego en el fundo del corazón y no lo dejaría a la luz.
Sonó de nuevo el celular. Naomí descubrió que era el mensaje de Rafael.
-He salido del hospital, ¿dónde estás?
Naomí se quedó pasmada. Debido al nervio, se había olvidado de lo que dijo.
Naomí le contestó a prisa.
“Estoy en el camino, no me lleves especialmente, muchas gracias.”
Al recibir el mensaje de Naomí, Rafael se sintió amargo.
¿Ni una oportunidad de mostrarse?
Aun siendo eso, Rafael todavía estaba preocupado por la seguridad de Naomí, así que le envió el otro mensaje.
-Dame el número de placa, ten cuidado.
¿El número de placa?
Naomí frunció el ceño. ¿Él creía que ella tomó el taxi así que le pidió el número de placa? Naomí le contestó, -No hace falta, estoy en el coche del señor Diego, él va al hospital a encontrar a Xenia.
A Rafael le sorprendió mucho el mensaje, incluso lo revisó varias veces para asegurar algo.
Un rato después soltó una sonrisa, mientras miraba el mensaje.
Así era.
Cuando llegaron al hospital, Naomí vio a alguien conocido que estuviera no muy lejos después de bajarse del coche. Al principio, le parecía que se había equivocado, pero al prestar la atención, descubrió que era Rafael.
¿Era él?
Naomí supo que había salido del hospital al llamarla y pensaba que debería subir ahora, pero no sabía que todavía estuviera abajo.
Al verla, Rafael dio una sonrisa cálida. Bajo la luz de farola, la cicatriz en la cara se suavizó mucho.
-¿Qué tal?
Ante Rafael como así, Naomí se sentía un poco complicada.
Ella asintió con la cabeza, -¿Por qué no subes?
-¿Para qué subo? Quieres venir, por cierto, te espero aquí.
Alguien podía enviarla de paso, ¿por qué no podía esperarla por cierto?
Naomí se quedó sin palabras.
Ella se puso rojo por las palabras de Rafael, con las orejas calientes. Si no se equivocó, había dicho a Rafael que no le molestara antes de que ajustase la emoción.
Ahora él lo hizo…
¿Acaso él creía que ella ya había ajustado la emoción?
De verdad, hacía un poco Naomí estaba muy tranquila.
Pero después de ver a Diego, se quedaba confundida de nuevo.
-Señor Diego.copy right hot novel pub