Después de que Raquel terminó esas palabras, Xenia sintió que los latidos de su corazón se volvieron mucho más rápidos.
¡Plof!
Casi saltó de su pecho.
Abrió los labios y quiso decir algo, pero Raquel se rio de ella, -No te excites. Mantén la mente tranquila. Eres una mujer embarazada. No tengas tantos altibajos emocionales. Aprende a controlarte, ¿vale?
-Perdón -Xenia sonrió en tono de disculpa. Extendió la mano para cubrirse los labios. Resolvió sus emociones antes de volver a hablar-. Me controlaré, Raquel. Cuando deje de nevar, regresaré inmediatamente.
-No te preocupes. La seguridad anda con prioridad.
La nieve no se detuvo hasta que duraron dos días completos. La carretera estaba bloqueada, y sería más lento regresar. Xenia estaba demasiado avergonzado para instar que volviesen. Se quedó en la ciudad vecina durante cuatro días antes de regresar.
Lo primero que hizo al regresar a la Ciudad Norte fue ir al hospital.
-Estás demasiado ansiosa -Raquel frunció el ceño.
-Raquel, he vuelto sana y salva, ¿no? Y nos hemos quedado mucho tiempo. Te has preocupado estos días por lo todo. Déjame que cuide de él aquí. Regresad para descansar.
Raquel pensó por un momento, asintió y se llevó al viejo de regreso.
Después de que la gente se fue, Xenia acompañó a Simón sola, sosteniendo su mano.
-Recé por ti yendo a lo lejos. Si puedes escuchar lo que te digo, debes despertarte lo antes posible. No te permito dormir todo el tiempo.
Ella le murmuró en voz baja, y no sabía si él podía escucharlo o no, pero no había nadie alrededor. Solo quería decirle esas palabras.
-Mi bebé y yo te necesitamos, así que tienes que despertarte con rapidez. No importa si no puedes volver a recordar las cosas anteriores.
Luego, Xenia habló mucho con Simón de forma intermitente, y finalmente se quedó dormida en su brazo. Cuando Naomí llegó por la noche, vio esa escena y de repente se enojó y se angustió.
Obviamente, ella estaba embarazada. Resultó que se mantenía dormida boca abajo sin tener miedo de contraer un resfriado.
Rafael frunció los labios cuando lo vio y luego le dijo, -Es mejor despertar a la señora Xenia. No está bien dormir así.
-Yo también lo creo -Naomí asintió y se adelantó para despertarla.
Despertándose, inconscientemente, ella extendió la mano y se frotó los ojos, -Naomí, ¿ya vienes?
No se supo qué hora era. Xenia quería ver la hora, pero Naomí la ayudó a levantarse, -¿Por qué no te cuidas en absoluto? ¿Te quedaste dormida aquí?
Cuando se alzó, las piernas estaban entumecidas y solo podía sentarse de nuevo.
-¿Qué ocurre?
Xenia estaba avergonzada, -Debería ser que me mantuviese una postura por mucho tiempo, así que mis piernas están un poco adormecidas -al decirlo, estiró la mano y se frotó el muslo. Naomí solo pudo ayudarla mientras la regañaba.
Cuando terminó, Rafael dijo.
-Déjame vigilar aquí.copy right hot novel pub