Al ver a Diego, Naomí se congeló por un momento, sintiéndose mucho más despierta en todo momento.
Evidentemente, no se bebía ella ...
-Entra -dijo Diego con voz fría.
Sólo porque ella había escuchado accidentalmente su conversación, ¿no la dejaría en paz? Naomí lo miró débilmente y levantó la mano.
-Eso, ¿puedo sin entrar en el coche?
Había prometido tanto, ¿por qué no la dejaba en paz?
Y Naomí había comido demasiado pastel grasiento por la noche y ahora estaba muy mal del estómago, y tenía miedo de subir al coche por temor a vomitar en su coche más tarde.
-Te mando de vuelta.
-¿Eh? ¿Mandame de vuelta? -Naomí no pudo reaccionar, señalándose a sí misma.
¿Por qué esto suena tan mágica?Sintiéndose como si estuviera soñando, se levantó y se frotó los ojos, luego volvió a fijar la vista y se encontró con que el frío rostro de Diego seguía frente a ella y no había desaparecido.
Naomí enderezó inmediatamente la espalda y respondió con seriedad.
-Gracias, no es necesario.
Sabía que Diego la había llevado porque era la mejor amiga de su hermana, de lo contrario no se habría detenido a esperarla. Pero Naomí ya había decidido alejarse de él y no volvería a subirse a su coche.
Si siempre fuera así, , ella y Diego estarían en un estado de desorden.
Más aún, era ella la que se sentía miserable. Decir que se rendía y seguir en el mismo lugar con él la torturaba.
¡Así que no debería subir al coche!
¡Debería ser firme en su posición!
Ante eso, Diego frunció el ceño. Después de lo que había dicho Naomí en el interior, probablemente esperaba que Naomí dijera que no, pero su corazón no estaba en ello, al ver su pequeña figura allí de pie, sabiendo que el coche debería pasar por delante de ella, pero al final se detuvo.
-¿De verdad, no?- Diego la miró con recelo, con ojos poco profundos.
Naomí sintió inexplicablemente que esa mirada le producía escalofríos y se mordió ligeramente el labio inferior, justo cuando iba a decir que sí, una mano la agarró por el hombro.
-Gracias por tus amables palabras, Señor Diego, pero ya había prometido devolverla antes, y ahora me temo que Naomí se avergonzará si dejo que me deje plantado para subir a tu coche.copy right hot novel pub