-Si la desfiguración te puede hacer sentir más confiada, entonces lo haré. las grandes manos de Simón la rodearon para encontrar las suyas, y luego se cruzaron sus dedos con los de ella fuertemente. Simón le dijo con el tono cada vez más bajo y ronco, -Porque para mí, lo más importante eres tú. Lo que piensen los demás no tiene nada que ver conmigo.
Después de escuchar esto, el corazón de Xenia se conmovió ferozmente.
Así era... Lo más importante era uno para el otro. ¿Qué tenía que ver con ella lo que creían los demás?
Sin embargo, lo que le importaba era lo que pensaba Simón. En este momento el hombre dijo que quería estar con ella incluso iba a deshacerse el rostro para aumentar su confianza en sí misma. ¿Qué quejas podía hacer ella?
Pensando en esto, Xenia le estrechó la mano, Simón lo sintió y sonrió en voz baja, sosteniendo su manita con más fuerza.
-¿Cómo te sientes ahora? ¿Me rechazarás en el futuro?
Xenia negó con la cabeza, -No.
-¿Todavía piensas que no somos pareja perfecta?
Xenia continuó negando con la cabeza.
En una relación íntima, no existió una persona quien fuera más superior que otra, y lo único importante era si a él o ella le gustabas profundamente o no.
-No.
Simón estaba muy satisfecho con estas dos respuestas, por lo que volvió a preguntarle.
-¿Entonces enciendo las luces?
-Vale... Xenia inconscientemente abrió la boca y dijo que sí, pero se dio cuenta de que no era adecuado, y le impidió inmediatamente con nerviosidad, -¡No, no las enciendas!-
-Bueno. Simón sonrió, luego se inclinó hacia adelante, pesando suavemente la parte posterior de su cabeza con sus delgados labios. Su beso era tan suave como si consolara a los niños con un tono delusivo, -Oye, encendemos las luces, de lo contrario, te resultará inconveniente levantarte por la noche.
Ella se levantaba en secreto para ir al baño todas las noches, sin querer que Simón lo supiera, pero ella no esperaba que no solo lo supiera, sino que también hablaba de eso públicamente.
Xenia no pudo evitar pensar, “Efectivamente, no se puede ocultar nada a la persona a mi lado.”
Ella pensó durante un cierto rato, “Ya que se lo he comunicado y explicado, y Simón ya me ha comprendido, no tengo que sentirme nada avergonzada, ¿verdad?”
-Entonces... enciéndelas.
-Bueno.
El hombre volvió a besarle la cabeza con satisfacción, luego él la soltó y se volvió de lado para encender la lámpara de la mesilla de noche.
La habitación estaba llena de la luz suave de repente. Después de encender la luz, Simón se la acercó de nuevo estrechando la mano de Xenia, tocando su pelo, y besando su nuca con los delgados labios.
-Cariño, vete a la cama.copy right hot novel pub